Cataluña pedirá este año más de 9.300 millones al Estado para pagar deudas y reducir el déficit

La Generalitat de Cataluña ya ha hecho números y necesita unos 9.350 millones de euros para que sus finanzas afronten 2018 con comodidad. Ésa es la cifra que el Govern prevé pedir al Estado a través de los mecanismos de liquidez, según se deprende de una presentación para inversores que ha llevado a cabo en las últimas semanas.

Los cálculos los ha realizado el departamento de Economía de la Generalitat para poder tapar deudas, pagar las facturas a los proveedores y cumplir con el objetivo de déficit público.

En concreto, unos 932 millones de euros irán destinados a reducir el déficit hasta el 0,4% del PIB regional, mientras que otros 2.937 millones de euros tienen como fin afrontar el vencimiento de deuda y el pago de préstamos a bancos nacionales y extranjeros. Otros 125 millones de euros irán a hacer frente a la liquidación del sistema de financiación de 2008 y 2009, aunque la mayor parte del dinero tiene por objetivo la devolución de los recursos recibidos en ejercicios previos.

Y es que no podemos olvidar que, al igual que el resto de autonomías, Cataluña lleva desde el año 2012 adherida a los fondos que puso en marcha el Estado para aliviar la carga de las cuentas regionales. El más famoso y cuantioso de todos es el Fondo de Liquidez Autonómico, más conocido como FLA.

A través de este mecanismo, la región ha recibido más de 70.000 millones de euros desde 2012, según los cálculos del Ministerio de Hacienda, de los que debe devolver este año una parte. Así, el 58% del dinero que tiene previsto pedir la Generalitat al Estado irá destinado a pagar la ‘factura’ del FLA de pasados ejercicios. Hablamos en concreto de 5.454 millones de euros.

Al margen de estos datos, el documento que ha elaborado la Generalitat para los inversores también contempla varias noticias positivas. Por ejemplo, que estima que en 2017 la región tiene todas las papeletas para cumplir con el objetivo de déficit público (un 0,6% del PIB, dos décimas por encima del límite fijado para 2018), que la economía ha cerrado el año con un crecimiento del 2,9% y avanzará otro 2,6% en el ejercicio en curso, y que, a pesar de las tensiones políticas internas, la previsión es que la demanda interna y las exportaciones sigan al alza.