Si bien ya se da por hecho que el sector inmobiliario está más que recuperado, si hacemos foco en la vivienda, la realidad es distinta. Según las conclusiones del informe The State of Housing in the EU, publicado por Housing Europe, “la reciente recuperación de los mercados de la vivienda está muy lejos de beneficiar a todo el mundo”. “La vivienda se ha convertido en el principal gasto de los europeos, los precios se mantienen a niveles muy elevados y eso afecta de forma desproporcionada a las personas con dificultades económicas”, ha explicado Cédric Van Styvendael, presidente de la federación, en una entrevista.
Housing Europe es una red de 45 federaciones estatales y regionales que reúne a 43.000 proveedores de vivienda en 24 países. Juntos gestionan más de 26 millones de hogares, aproximadamente el 11% de las viviendas existentes en Europa.
“Los proveedores de vivienda social, pública y cooperativa tienen la visión de una Europa que proporciona acceso a una vivienda asequible y de calidad para todos, y que es sostenible a nivel social, económico y medioambiental - explica Van Styvendael- por lo tanto, no sólo ofrecen viviendas asequibles, sino también otros servicios como la atención domiciliaria, apoyo para residentes con necesidades específicas, servicios adicionales para inquilinos, servicios de barrio, etc.”.
Así, Housing Europe vela por una Europa con oferta de vivienda protegida y accesible a todo el mundo. “Cuatro de cada diez ciudadanos europeos tienen dificultades por pagar su vivienda, además, los precios de la vivienda crecen más rápidamente que los ingresos en la mayoría de Estados miembros, mientras que la desigualdad y la exclusión habitacional aumentan”, explica el presidente de la federación en una entrevista ofrecida al Ayuntamiento de Barcelona.
“El estado de la vivienda en la Unión Europea sigue siendo un tema crítico y la situación exige un enfoque integrado que una la voluntad política de los gobiernos, una planificación inclusiva a nivel local e innovación por parte del sector de la construcción y la rehabilitación”, sostiene.
Además, Van Styvendael cree que el sistema se ha quedado obsoleto: “no podemos seguir enfocando las políticas de vivienda con las herramientas del pasado… En un proceso que implica a tantos actores, los proveedores de vivienda pública, cooperativa y social son la clave para desbloquear el potencial de nuestras ciudades”.
Medidas para defender los derechos a la vivienda
El presidente de la federación, además, ha explicado cuáles son las medidas que debería tomar la Unión Europea, así como los gobiernos estatales, para defender el derecho a la vivienda de manera más eficaz.
“Construir más vivienda pública, cooperativa y social; aumentar la calidad de los hogares existentes para hacer que la transición energética sea justa y asequible y hacer que las ciudades sean más inclusivas”, asegura Van Styvendael.
“La prioridad general de los gobiernos debería ser alejarse de la mercantilización de la vivienda”, sostienen desde la federación. “Tanto si se hace a través de políticas fiscales, de la planificación del uso del suelo o implementando políticas de vivienda más amplias, las decisiones deben responder a las necesidades de los residentes para conseguir una vivienda adecuada, asequible y segura, en lugar de favorecer al mercado y asegurar los beneficios de los inversores”, concluye.
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