El mercado del alquiler en Nueva York es un de los más caros y competitivos del planeta. Hay más de 900.000 apartamentos en el mercado libre del alquiler, mientras casi un millón de hogares cuentan con un arrendamiento regulado por el Gobierno de la ciudad de Nueva York.
La gran mayoría de operaciones tanto de venta como en alquiler en EEUU se realizan con la intermediación de un agente inmobiliario. Muchos arrendadores en Nueva York no enseñan sus viviendas y dejan ese trabajo a las inmobiliarias. Propietario e inquilino muchas veces ni se conocen en un mercado más profesionalizado, al menos en este aspecto, si lo comparamos con España.
En el mercado de arrendamiento, y en particular en Nueva York, la inmobiliaria cobra una comisión a los inquilinos que firman un nuevo contrato antes de entrar a vivir a su nueva vivienda que supone hasta el 15% del alquiler anual.
Pero el pasado 11 de febrero, las autoridades de Nueva York anunciaron la prohibición a las agencias inmobiliarias del cobro de estos ‘honorarios’ a los inquilinos, si no son contratados directamente por los arrendatarios para buscarles un piso de alquiler.
Las inmobiliarias podrán seguir cobrando sus honorarios a los propietarios, a partir de los pisos en alquiler que les gestionen, y a los inquilinos que los contraten para la búsqueda de una casa, como hemos comentado antes.
Esta normativa no ha sido del gusto de todo el sector y The Real Estate Board of Nueva York, una asociación de agencias intermediarias, ya ha anunciado que impugnará esta normativa ante los tribunales. El sector cree que esta nueva regla supondrá un aumento de las rentas a los inquilinos, ya que piensan que los propietarios pasarán ese coste de la inmobiliaria al alquiler mensual del arrendatario.
A principios de 2019, el Departamento de Estado de Nueva York confirmó que había 25.000 licencias de agentes inmobiliarios en la ciudad de Nueva York.
Esta medida es solo una de las aprobadas el pasado mes de junio por el Ayuntamiento de Nueva York para regular el mercado del alquiler en la mayor ciudad de EEUU. También se ha limitado la fianza en el contrato de alquiler al coste de un mes de arrendamiento y que no se les podría cobrar más de 20 dólares si solicitaban información de un apartamento.
Ahora son los propietarios lo que deben decidir si quieren contratar los servicios de un agente inmobiliario o enseñar ellos mismo el piso y hacer todas las gestiones.
Asociaciones de inquilinos celebran estas medidas para favorecer el acceso al mercado del alquiler y ayudar además a reducir la población de indigentes en Nueva York, que actualmente se encuentra en unas 92.000 personas sin hogar. El próximo reto de estas asociaciones es regular el desalojo de inquilinos por causas de exclusión social
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