La multinacional suiza Mercuria Energy Group ha sufrido en primera persona el dicho de “dar gato por liebre”. En una operación pagó 36 millones de dólares, unos 30 millones de euros al cambio actual, a un proveedor turco por un cargamento de 6.000 toneladas de cobre blíster, pero al llegar a su destino en China se encontraron con el fraude de que habían comprado rocas pintadas en su lugar.
Las alarmas se dispararon el verano pasado cuando el primero de los ocho barcos que transportaban la mercancía llegó al puerto de Lianyungang en China. Al abrir los primeros contenedores se dieron cuenta del fraude, de un total de 300 unidades, con rocas pintadas con spray y aerosoles para parecerse al cobre.
El comerciante con sede en Ginebra Mercuria Energy Group está especializado en materias primas, entre los que se encuentra el petróleo, ya ha interpuesto una denuncia penal ante las autoridades turcas alegando sustitución fraudulenta de la carga y fraude de seguros, con la apertura de un caso de arbitraje internacional en el Reino Unido contra el proveedor turco de cobre Bietsan.
Desde entonces la policía turca ha detenido a 13 sospechosos en relación con este plan de sustracción.
El cobre se cargó inicialmente en el primer envío de contenedores, antes de ser inspeccionado por las autoridades, que colocaron los precintos pertinentes para evitar el fraude. “Al amparo de la oscuridad, los contenedores se abrieron y el cobre se reemplazó por los adoquines”, afirmó Sinan Borovali, del bufete de abogados de Estambul KYB, que representa a la multinacional en Turquía. “Los estafadores cambiaron los sellos de los contenedores por unos falsos en un esfuerzo por evitar ser detectados. Cuando la siguiente carga salía del puerto de Ambarli, sucedía lo mismo: el cobre se descargaba secretamente por la noche y se reemplazaba por rocas pintadas.
No es la primera vez que Mercuria sufre estos problemas. Entre 2014 y 2015, las autoridades chinas incautaron otra partida de cobre que estaba almacenada en el puerto chino de Qingdao como parte de una investigación por fraude.
"Ha habido una petición de investigación criminal por parte del comprador contra el vendedor y dos intermediarios", ha afirmado la policía turca en un comunicado. "Se ha determinado que el incidente es el resultado de un fraude perpetrado de manera organizada".
Normalmente, en tales casos, una casa comercial podría presentar una reclamación contra la póliza de seguro de la carga. Pero Mercuria descubrió que solo uno de los siete contratos utilizados por la empresa turca para asegurar la carga era auténtico. El resto había sido falsificado.
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