Barcelona se inspira en proyectos llevados a cabo en ciudades como Nueva York (Brooklyn Navy Yard), París (Station F) o Bilbao (Edificio Papelera) e invierte en ladrillo industrial. El Ayuntamiento de Barcelona destinará seis millones de euros a la compra de naves actualmente sin uso para que alberguen actividad dedicada a la industria 4.0 y a la economía circular que contribuya a la digitalización de las empresas implantadas en la zona y a que incorporen criterios de sostenibilidad medioambiental en sus procesos.
Los cuatro polígonos del Besòs (Bon Pastor, Torrent de l’Estadella, la Verneda Industrial y Montsolís) suman 175 hectáreas en terrenos de Barcelona y de Sant Adrià. Cuentan con unas 750 empresas, la gran mayoría pequeñas, que emplean a cerca de 10.000 trabajadores. Según el último recuento, 51 naves están vacías. Son el 7% del total.
El Ayuntamiento convocará un concurso para la presentación de los propietarios interesados en vender naves en desuso. La selección de los espacios que se adquirirán se hará mediante un baremo que tendrá en cuenta la ubicación, el estado de conservación, la baja sobre el precio de tasación y la superficie. La resolución se prevé efectuar este año y la adquisición definitiva en la primera mitad del 2022. La idea es que a finales de este último año o a principios del 2023 ya haya actividad.
Las naves susceptibles de ser compradas por el Ayuntamiento deberán cumplir con requisitos de superficie y actividad. Tendrán un mínimo de 1.500 m2 y máximo de 5.000 m2 y se dará más puntuación a aquellas que superen los 2.000 m2.
La idea es adquirir pocos espacios pero lo suficientemente grandes para poder generar las sinergias entre empresas que precisa este tipo de actividad. En cuanto al estado de conservación, se priorizarán las que estén mejor para que el nuevo uso se pueda implantar lo antes posible. También es esencial que sean en planta baja, accesibles directamente desde la calle.
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