Artículo escrito por Sandra Barañano, directora técnica de Cuida Tu Casa
Julio, agosto… ¡Vacaciones!, claman tantas familias españolas, que consideran estos meses de verano los más adecuados para hacer reformas en casa, con la intención de tener todo listo antes del inicio del curso escolar. Puede ser el mejor momento, ya que -por lo general- los niños pasan la mayor parte del tiempo fuera de casa en la playa, la montaña, la piscina, excursiones, campamentos, con amigos...
También es importante resaltar que en verano los días son más largos, el sol se esconde más tarde, lo que convierte en una gran ventaja la posibilidad de tener luz durante más horas del día.
Otra gran ventaja es que en los meses de verano es frecuente que las tiendas de materiales y los almacenes de construcción y decoración comiencen con las rebajas antes de poner a la venta la nueva temporada. Es decir, puede ser el momento idóneo para aprovechar la ocasión y conseguir todo a un precio asequible, sobre todo teniendo en cuenta las tensiones inflacionistas que han disparado todos los costes.
Pues bien, aunque no sea necesario hacer una reforma integral, podemos centrarnos en arreglar zonas puntuales del hogar y que se consideran más imprescindibles tenerlas listas cuanto antes. Una vez que esa primera fase ya esté lista, es posible ir añadiendo más zonas.
La cocina es una de las estancias de la casa a la que más uso se le da, por lo que comenzar el año académico sin tener esta zona en óptimas condiciones puede ser una locura, sobre todo si se tiene hijos. Y en verano, es más fácil prescindir de ella si fuese necesario.
Igualmente pasa con los baños, que son zonas de uso diario y tenerlo en malas condiciones durante una etapa del año con mucho movimiento, puede originar un caos. Por ello, estos meses podrían ser los más convenientes para ponerlos a punto.
Si queremos pintar las paredes de la casa, ¿qué mejor momento qué ahora en verano cuando no hay nadie y aprovechando el día entero para dejar las ventanas abiertas y que se seque todo más rápido?
Los suelos y las ventanas de las habitaciones con el paso del tiempo se acaban estropeando y nos dan problemas. En este sentido, lo más recomendable es cambiar primero el suelo y posteriormente las ventanas.
Aunque ahora nos parezca lejano bajo la sombrilla en la playa o sentados en una terraza para cenar, el invierno debería llevarnos a pensar en disponer de un buen sistema de calefacción, que tendría que verse como un ahorro de dinero, no como un gasto. En este marco, es mejor prevenir, aprovechar los fondos europeos que pretenden impulsar las obras de rehabilitación energética y estar listo para el inicio del mal tiempo que retrasar todo y comenzar pasando frío.
En definitiva, la vuelta al cole o a la oficina tras el periodo vacacional puede ser mucho más llevadera si tenemos la casa en un perfecto estado. Y para ello sería interesante aprovechar las ventajas que ofrece el verano a la hora de realizar obras en el interior de nuestras viviendas.
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