Explicamos en qué consiste el autoconsumo colectivo, cómo funciona, qué opciones existen y qué requisitos hay que cumplir
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Autoconsumo colectivo solar
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El autoconsumo solar compartido ya es una realidad en España. Y es una alternativa con muchos beneficios para las comunidades de vecinos, ya que se comparten tanto la inversión de la instalación como el ahorro energético que proporciona. Explicamos en qué consiste el autoconsumo colectivo, cómo funciona, qué opciones existen y qué requisitos hay que cumplir.

¿En qué consiste el autoconsumo compartido?

El autoconsumo compartido de energía solar es una de las formas que permite realizar una instalación de placas solares en comunidades de vecinos. Gracias a esta modalidad, es posible compartir una instalación de placas solares entre varias viviendas. Esto permite que la inversión se amortice con mayor rapidez, mientras que se disfruta del ahorro energético que ofrece la energía solar.

Existen nuevas maneras de autoconsumo colectivo. En sí, dependerá de si el inmueble se encuentra habitado o apenas está en construcción. También influyen otros factores, como la superficie disponible para la instalación, el presupuesto y el tipo de acuerdo al que hayan llegado todos los vecinos.

Requisitos necesarios para instalaciones de autoconsumo compartidas

Además, existen algunos requisitos que se deben cumplir para poder compartir la energía de los módulos solares. Uno de estos requisitos es que todos los vecinos deben estar conectados al mismo centro de transformación. Otro requisito es que dicha distribución energética debe ser en baja tensión.

Por otra parte, debe existir una distancia máxima de medio kilómetro entre la planta de producción de energía y los consumidores. Por último, la producción de la instalación y de los usuarios deberán registrarse en la misma referencia catastral.

Una vez que se ha establecido un acuerdo, se debe firmar un contrato que especifique el acuerdo de reparto de la energía. Deberá estar firmado por cada uno de los participantes y debe recoger las condiciones de la instalación.

¿Cuáles son las modalidades de autoconsumo que existen?

Al instalar un kit solar para autoconsumo compartido, se puede hacer por cualquiera de las modalidades que se encuentran recogidas en el Real Decreto 244/2019.

Autoconsumo colectivo sin excedentes

Cuando se accede a esta modalidad, un número definido de participantes se asocian incorporando un método que evita el vertido de los excedentes en la red eléctrica. Así, dicho excedente es repartido entre los usuarios de la instalación.

Autoconsumo colectivo con excedentes no acogido a compensación

Al acogerse a esta modalidad, todos los excedentes de producción energética son vendidos a la red eléctrica. En este caso, la titularidad de dicha instalación está a nombre del productor. Este será quien se encargue de formalizar la venta de dichos excedentes.

Autoconsumo colectivo con excedentes acogidos a compensación

En este caso, los usuarios de la instalación de placas solares reciben una compensación económica que se deriva de los excedentes de producción de la instalación, los cuales son vendidos a la red eléctrica.

Modalidades de conexión del autoconsumo colectivo

A la hora de conectarse a la instalación, existen dos modalidades.

Conexión a la red eléctrica

A través de este tipo de conexión, la instalación de energía solar se conectará a la red eléctrica de baja tensión. Con esto, será necesario colocar un contador bidireccional, el cual tendrá la función de llevar la cuenta sobre la energía producida y el consumo de la misma.

Conexión directa a la red interior

La instalación de energía solar se conecta a la red interior de los consumidores. Así, para instalarlo en una comunidad de vecinos que ya se encuentra habitada, será necesario conectarla a la red en un punto anterior al del contador.

Tipos de instalaciones de autoconsumo compartido

Estas instalaciones son muy recomendadas especialmente para comunidades de vecinos, aunque pueden instalarse también en zonas industriales o comerciales.

Para comunidades de vecinos

Se trata del tipo de instalación más común. En estos casos, se puede utilizar esta instalación con la finalidad de suministrar energía a las viviendas o solo para las zonas comunes.

Cuando más de dos tercios de los propietarios desean optar por la energía solar, se puede llevar a cabo esta instalación. Para que funcione debe firmarse, como se ha comentado, un acuerdo de reparto. Dicho acuerdo establece cómo ha de hacerse la repartición de la energía producida gracias al coeficiente de reparto. Este coeficiente es un mecanismo empleado para distribuir la energía y se puede hacer de diversas formas, es decir, asignar diversos porcentajes. La única condición para determinar este coeficiente es que todos los vecinos estén de acuerdo con la repartición.

El segundo tipo de instalación en comunidades de propietarios es la del autoconsumo compartido solo para las zonas comunes. Al igual que en el caso anterior, dos tercios deben estar de acuerdo. Además, también deben estudiarse las condiciones para especificarlas en el acuerdo que deberá ser firmado.

Como dato extra, si se trata de un único vecino que desea abastecerse por medio de células solares, deberá contar con dos tercios de aprobación por parte de sus vecinos. De esta forma, contará con el permiso de usar la superficie del edificio.

Por último, cuando se trata de casas o chalets, se puede optar al tipo de instalación para zonas residenciales. Si existen varias viviendas unifamiliares que desean financiar la instalación, podrán optar a esta alternativa. Para ello, solo deberán cumplir con los requisitos necesarios.

Para zonas industriales

Las zonas industriales también pueden beneficiarse de esta iniciativa. Pueden compartir la conexión a través de cableado conectado directamente con los paneles solares o utilizando la conexión con la red eléctrica.

Beneficios de una instalación de autoconsumo compartida

Una instalación de autoconsumo en comunidades de vecinos es muy rentable. Este tipo de instalaciones siempre resultarán más accesibles si se costean entre varios vecinos. Tienen la opción de que, si hiciera falta mayor cantidad de energía, se puede ampliar instalando más paneles sin necesidad de cambiar el resto de componentes.

Al amortizarse más rápido, el ahorro será mayor y en menor tiempo. Además, este tipo de instalaciones aumenta el valor de las viviendas porque permite el uso de energía limpia y barata. También permite optimizar el espacio, puesto que solo será necesaria una instalación para abastecer a todos los vecinos interesados.

En síntesis, saber cómo funciona el autoconsumo colectivo es necesario para poder optar a la modalidad de consumo, al tipo de instalación y a la modalidad de conexión que mejor se adapte a las necesidades de la comunidad de propietarios.

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