
Hace dos años y medios la Plaza de España de Madrid cambiaba de imagen para gusto (o disgusto) de madrileños y visitantes. Durante sus obras, el videoartistaTom Skipp documentó cronológicamente los cambios arquitectónicos a lo largo de tres años, creando un híbrido único: un documental musical.
Fernando Porras-Isla, el arquitecto de la nueva Plaza, le brindó una oportunidad irrepetible de formar parte de la historia de la ciudad de Madrid y poder documentar los procesos y cambios positivos, además de colocar a sopranos y tenores en medio de todo aquello
Metamorphosis, que se reestrena el próximo 9 de mayo en los Cines Embajadores, se convierte, así, en un testimonio musical de la resiliencia de los trabajadores y residentes de Madrid que lucharon para seguir adelante durante el confinamiento por la Covid-19 y construir un nuevo espacio para el disfrute de la ciudad.

Cómo describiría Metamorphosis: ¿la conexión del urbanismo con la humanidad o la deshumanización del urbanismo?
Creo que Metamorphosis abarca ambas cosas en términos de conexión y de deshumanización. La finalidad del buen urbanismo es incidir positivamente en las vidas de las personas que habitan y visitan lugares, pero durante unas obras esa conexión está cortada y la zona en obras se habita solamente por unos obreros que transforman casi diariamente los paisajes, y lo llenan de ruido, polvo y actividad.
Luego se reanuda esta conexión cuando el polvo por fin vuelve a posarse y se empieza a explorar la nueva forma terminada del lugar. En un sentido Metamorphosis es un making off de la Plaza de España que permite ver todo un proceso que normalmente ocurre escondido detrás de unas vallas.
Pero claro está, lo que lo distingue de un simple making off es que quise habitar esta tierra cambiante, estas filmaciones documentales, con unos cantantes actuando en vivo y en unas escenas que recuerdan un estilo más cercano al surrealismo. De esta manera añado una capa mítica, incluso épica a este proceso de reforma.

¿Cuál ha sido la intencionalidad de hacer arte en espacios temporalmente no conectados, como fue Plaza España durante Filomena?
En algún momento de cualquier obra urbanística, para la propia seguridad de los transeúntes, se cerca el espacio. Se oculta lo que sucede dentro. Esto incrementa la curiosidad, y muchas personas ansían ver, aunque sea solamente a través de las vallas o por unos óculos habilitados en éstas por los arquitectos.
Resulta que filmé en la Plaza de España durante Filomena y estaba completamente solo. Luego vi una exposición de fotografías del paso de Filomena por la capital en el Museo Municipal. Había cientos y cientos de fotografías de los sitios emblemáticos de Madrid mostrando los efectos de la nieve, pero ninguna dentro de la Plaza de España, porque estaba cerrado al público. Así que cuando filmé en la Plaza fue con la soprano Juana Molinero, parecía que pisábamos por primera vez la nieve virgen, cosa que confiere un encanto especial a la escena. En un trabajo de este estilo hay que adaptarse a las circunstancias y los espacios cambiantes… no se puede ir con un guión fijo e inflexible. Me gusta bastante trabajar de esta manera, aunque tiene más riesgo.
¿En qué otros proyectos ha trabajado anteriormente enfocados a las relaciones humanas con el urbanismo?
Otro proyecto, ganador de un Premio de la Creación del Ayuntamiento, se llama Stormwater (Estanque de Tormentas). También incluye cantantes y un coro, pero en esta ocasión se filmó en el estanque de tormentas de Arroyofresno: una instalación enorme, una especie de cisterna gigantesca muy cerca del río Manzanares, que está diseñado para salvaguardar la ciudad de inundaciones provocadas por tormentas.
Parte del agua sobrante de la tormenta se dirige hacia este estanque subterráneo. Se filtra y se devuelve al río cuando el riesgo de inundación ha pasado. Lo filmé en ese monumental estanque, que parecía una catedral. Hubo tres cantantes, tres voces, dos tenores y una soprano. Ellos representaban el estanque y su función era de filtrar el agua y guiarlo hacia la superficie y la soprano era el agua misma que recorre el espacio por los caminos de agua bajo tierra. Como toda la concepción del video eran estas tres voces, lo planeé para ser rodado y proyectado como un video-tríptico, un poco al estilo de un retablo.

¿Se han interesado otras provincias o comunidades por iniciativas de este tipo para conectar la ciudad con el ciudadano a través del arte?
Hay iniciativas muy interesantes en muchas comunidades. En Santander, por ejemplo, la autoridad portuaria está recuperando muchas de las antiguas instalaciones marítimas y permitiendo su uso en proyectos artísticos. También en Madrid tenemos muchos proyectos que salen a la calle para conectar la ciudad con el ciudadano, como el festival de luz, y otros proyectos museísticos interesantes como la nueva Casa de la Arquitectura (Arquería) que todavía falta tiempo para ver como desarrolla su labor en este sentido.
¿En qué lugares de Madrid o España le gustaría desarrollar sus próximos proyectos?
Me gustaría mucho hacer un proyecto sobre el río Manzanares, enfocado, en especial, en los trabajos que las mujeres han realizado en conexión con el río y su historia. Pienso en las lavanderas. Hay un punto del río, cerca de Príncipe Pío, donde en mi mente confluyen arte, arquitectura, música y mucha historia. Estoy en la fase de documentarme sobre esta zona.
También me gustaría llevar a cabo un proyecto en Santander, empleando algunos de estos lugares que he mencionado antes, que conectan la ciudad al mar. No creo que la ciudad sea inerte, más bien es como la piel cicatrizada, muestra su historia en ella. Dicho esto, me tienta mucho hacer un proyecto en el medio rural con un enfoque distinto.
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