
Coober pedy es una pequeña ciudad minera situada en la zona meridional de Australia. Una zona completamente árida con temperaturas que oscilan entre los 50 grados de máxima y los 2 grados bajo cero de mínima, circunstancia que ha obligado a vivir a sus habitantes bajo tierra. Una población de cerca de 2.000 personas que se mueve entre túneles ganados a la roca y que no renuncia a contar con tiendas e incluso una iglesia ortodoxa
La ciudad cuenta con cerca de 1.500 casas, excavadas a una media de entre 2 y 7 metros bajo tierra. Las vigas y los sistemas de ventilación permiten la entrada de luz y aire, necesarios para poder vivir en este entorno postapocalíptico









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