El Banco de España explica en su último informe cómo ha evolucionado la inversión pública en las últimas décadas y, sobre todo, en los momentos de crisis. Su conclusión es que la inversión marcó mínimos históricos en 2016 respecto al PIB, al gasto público total y al conjunto de las inversiones realizadas en la economía. Desde 2007, el volumen invertido por las Administraciones se ha desplomado un 60%, mucho más que en Francia o Italia. Países como Alemania o Reino Unido incluso han aumentado su esfuerzo inversor desde entonces. El recorte del gasto público y la mayor colaboración con el sector privado están detrás de los descensos.