
Esta casa especial se encuentra en la ciudad portuguesa de Estoril, donde esconde un estilo moderno y diferente a la arquitectura clásica lusa. Su color blanco y sus techos altos ocultan en su interior tres plantas en las que no encontrarás ningún escalón. A cambio de las escaleras hay una rampa que une las tres plantas, el secreto mejor guardado.
Diseñada por el arquitecto António Costa Lima, cuenta con una rampa en espiral con una superficie totalmente acristalada que asegura la entrada de la luz natural en todos los espacios. En el centro de la casa, un patio interior con un jardín plantado. A un lado, la sala de estar y el dormitorio principal. Al lado opuesto, la oficina situada en el punto más alto. Y mientras se va bordeando la rampa se encuentran las otras habitaciones, el comedor y la cocina, que termina en una amplía terraza.










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