
El cuarto de baño ha pasado de ser una estancia simplemente funcional a otra en la que se cuida cada detalle. El objetivo es que sea un lugar donde relajarse y en el que el estilo es fundamental. Por eso, reformar el baño es mucho más que cambiar los revestimientos, hay toda una serie de cuestiones en las que debemos fijarnos muy bien para conseguir que sea perfecto. Todos los factores que vas a leer a continuación influyen en cuánto cuesta reformar un baño.
Un diseño adecuado
Ya que vamos a reformar el baño, merece la pena valorar cada detalle. Por eso, el primer paso es valorar nuestras necesidades. Puede que necesitemos una bañera si hay niños pequeños en casa o, al contrario, que haya llegado el momento de sustituirla por una ducha. O puede que nos hagan falta dos lavabos en lugar de uno.
El segundo paso es pensar en la distribución del baño. A veces merece la pena gastar un poco más y cambiar sus elementos de lugar. Con ello podemos ganar espacio y conseguir una estancia en la que nos podamos mover mucho mejor y sentirnos más cómodos. Y muy importante: hay que respetar unas distancias mínimas, si no es posible siempre quedan soluciones, como retirar el bidé si no se usa.

Los revestimientos ideales
La variedad de materiales para recubrir paredes y suelos es enorme. Es una ventaja porque permite dar al baño el estilo que buscamos. Pero también es cierto que a veces puede resultar complicado escoger los más adecuados. Lo más importante es elegir siempre materiales de calidad, que soporten perfectamente las condiciones de humedad del baño.
Si hablamos de colores, los reyes son el blanco y los neutros, mucho más en cuartos de baño pequeños. Para aportar calidez, nada como la madera, que no necesariamente tienen que ser natural, hay materiales que la imitan a la perfección. Si queremos añadir color, la baldosa hidráulica, en el suelo o la pared del lavabo es una opción. Y, para un estilo más sofisticado, se puede introducir incluso el papel pintado. Todo dependerá del estilo que se quiera dar al baño.

La elección del mobiliario y los sanitarios
Debe depender no solo del look que queramos dar al baño, en buena medida también de las dimensiones de este. Si es amplio, no habrá problema en elegir cualquier modelo que nos guste Pero si es pequeño todo se complica un poco. En es caso de los sanitarios, lo ideal será elegir modelos de fondo reducido y, sobre todo, suspendidos, mucho más ligeros a nivel visual.
En el caso del mobiliario, en cuartos de baño en los que no sobra sitio, los muebles también suspendidos son una buena opción. Mejor con cajones de diferente altura y con organizadores interiores para tener espacio de almacenamiento suficiente. Si realmente es un cuarto de baño mini o un aseo de cortesía, una simple encimera con una balda debajo puede ser suficiente.
Queda por elegir dos elementos muy importantes. El primero de ellos es el lavabo. Para dar un toque de estilo al baño, los lavabos que se colocan sobre encimera son un acierto porque los hay en infinidad de formas y de materiales, desde la tradicional porcelana a la piedra.
Y en lo que respecta al espejo, los redondos aportan elegancia y los que tienen formas asimétricas dan un toque de sofisticación. Pero si el baño es pequeño, nada como un gran espejo que multiplique la luz y la sensación espacial. Dos consejos: mucho mejor si el espejo es retroiluminado y hay que fijarse siempre en la altura a la que se coloca.

Una buena iluminación
Si queremos un baño con mucho estilo, práctico y bonito, en la reforma hay que dar mucha importancia a la iluminación. El baño debe contar con una iluminación general en el techo, a ser posible en focos bien repartidos que no dejen zonas en sombra.
También hay que cuidar la iluminación del espejo, que debe tener un tipo de luz neutra para no distorsionar los colores. Si el espejo no es retroiluminado, focos a los lados son una posibilidad, pero en baños grandes quedan perfectas dos pequeñas lámparas colgantes.
Aún queda un tercer nivel de iluminación: la decorativa o ambiental. El baño se concibe cada vez como un pequeño spa. Por ello también hace falta una iluminación decorativa y a la vez relajante, una iluminación cálida. Una opción es aportar por luces regulables, la otra son las tiras led que, además de decorativas, son muy versátiles y se pueden colocar en el techo, alrededor del espejo o incluso a los pies de la bañera.
Detalles que suman en la reforma del baño
Las que hemos visto son las grandes claves para reformar un baño y que quede perfecto. Pero quedan esos detalles que también cuentan y a los que hay que prestar atención. El primero es la mampara. Las que son un simple panel fijo o tienen muy poca perfilería son las más indicadas en baños pequeños porque no dividen el espacio. En estancias amplias, en cambio, mamparas con perfiles en forma de cuadros son perfectas para sumar estilo.
Y los grifos también son importantes. Su diseño debe combinar perfectamente con el estilo del baño. Más allá de los cromados de toda la vida, podemos optar por otros en acabados dorados, cobre o negro, que está muy de moda. Y lo ideal es elegir grifos con sistemas de control de caudal y termostáticos en la ducha.
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