El continente europeo ha sufrido una crisis del coste de la vida en 2022. Los precios al consumo subieron aproximadamente un 8% interanual. Los precios de la energía subieron un 29%. Y, sin embargo, según la última Encuesta Mundial sobre el Coste de la Vida realizado por el grupo The Economist, Europa occidental se ha abaratado en general en relación con sus pares en el último año (véase el gráfico). Aunque las ciudades más caras de Europa, como Zúrich, Ginebra y París, se mantuvieron cerca de los primeros puestos de la clasificación, el continente ocupó solo cinco de los 20 primeros puestos en 2022, frente a los diez de 2021. Las ciudades de Europa del Este, excluidas las rusas, cayeron una media de siete puestos. Las británicas descendieron 21 puestos de media. De las diez ciudades que más cayeron en la clasificación, cinco son europeas.