De color verde o negro, acompañada de tizas blancas - y, si había suerte, de colores -, casi todos hemos sentido alguna vez la tentación de escribir nuestro nombre (o algo menos inocente) en la pizarra del colegio o del instituto.
No nos engañemos, los electrodomésticos tienen poca –o ninguna– personalidad. Blancos o color metalizado, son casi clónicos en todas las casas no solo de tu barrio, sino de tu ciudad, tu país e incluso el mundo.