De color verde o negro, acompañada de tizas blancas - y, si había suerte, de colores -, casi todos hemos sentido alguna vez la tentación de escribir nuestro nombre (o algo menos inocente) en la pizarra del colegio o del instituto. Con letras bien grandes, que lo viera todo el mundo.
Aquella pizarra que nos acompañó durante la infancia y la adolescencia ha dejado de ser exclusiva de los centros educativos y ha pasado a formar parte de la decoración del hogar. Está de moda.
Con un precio asequible, la pintura de pizarra no solo puede ser la solución para que los más pequeños pinten sobre las paredes sin causar destrozos, sino que tiene el potencial de convertirse en un detalle que diferencie tu casa (para bien) de todas las demás. Aquí van diez ideas para aprovecharlo:
Recetario de cocina
No hay norma alguna (escrita o no) que impida pintar con pizarra la pared de cualquier estancia de la casa. Incluso la cocina, donde una simple capa sobre el muro de la vitrocerámica puede hacer las veces de bloc de notas en el que apuntar los ingredientes de la receta que estamos preparando.
En cajoneras
Si eres de esos despistados que suelen confundir el cajón de los calcetines con el cajón de la ropa interior, deberías aplicar una capa de pintura en el armario cajonero o la mesilla de noche. Así podrás escribir dónde va cada prenda y de paso obtener un mueble de lo más original.
Floreros con encanto
¿Te gustan las manualidades? Si es así, en la pintura de pizarra encontrarás un aliado para conseguir cualquier tipo de decoración. He aquí una idea: agarra una botella de vidrio vacía, píntala y, una vez seca la pintura, coloca alrededor del cuello de la botella una cuerda. 'Et voilà! Ya tienes un florero.
Como respaldo de una cama
En una habitación, la pizarra no solo sirve para que los niños pinten a gusto y sin enfadar a los padres. Los mismos progenitores pueden crear un cabecero para la cama y despertarse el uno al otro con un mensaje de buenos días.
En bandejas
Si no te anima demasiado la idea de pintar una pared entera con pizarra, siempre podrás optar por agarrar una bandeja, cubrirla de pintura, escribir una frase bonita y colocarla en la pared de la habitación, en el pasillo o el salón. De igual forma, una bandeja barnizada de negro podrá servir para orientar a los comensales de forma ingeniosa sobre los alimentos que van a degustar.
En las escaleras
¿Estás pensando en comenzar la dieta preveraniega? Aún estás a tiempo de eliminar los michelines acumulados durante el invierno, así que ponte a subir y bajar las escaleras de tu casa para quemar calorías más pronto que tarde. Con mensajes positivos en los peldaños, la operación bikini resultará mucho más fácil.
Para la lista de la compra
Los imanes de la nevera ya no están de moda. Ahora, un frigorífico cubierto con pintura de pizarra sirve, además de para guardar comida, apuntar la lista de la compra o dejar notas al resto de familiares.
En el baño
Si a ti también te ha dado alguna vez por pintar en la pared del baño de una discoteca, un bar o una gasolinera, entonces quizás te atraiga la idea de trasladar ese tipo de baños a tu hogar, con la ventaja de poder borrar los mensajes que hayas escrito en un periodo de aburrimiento durante tu estancia en el inodoro.
Para un desayuno variado
Con la pintura de pizarra podrías dejar de lado la costumbre de desayunar siempre con la misma taza. Sorprende a tus familiares con mensajes positivos durante su desayuno o informales de a quién espera ese delicioso capuccino.
Como cartel de bienvenida
Y por último, no olvides recibir a todas tus visitas con un agradable mensaje de bienvenida. Agarra un trozo de madera, dale forma y aplícale una capa de pintura de pizarra. Coge una tiza y... ¡A sorprender!
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