
La capital catalana calienta motores para el Mobile World Congress (MWC). El área Hospitality de 3 Capital RE lleva a cabo cada año en las semanas previas a la apertura del Mobile World Congress (MWC) un rastreo entre metabuscadores de apartamentos y habitaciones de hoteles, conectados a varios proveedores, que recogen y clasifican la oferta disponible en la ciudad y administran el contacto entre el cliente final y el alojamiento. En esta ocasión, se ha cerrado a fecha 21 de febrero (a seis días del inicio de la feria) y la muestra base del estudio (1.096 apartamentos y 1.345 habitaciones de cuatro y cinco estrellas, categorías preferidas por los delegados del MWC, además de datos de The Net Revenue) permite una interpretación de los resultados como indicadores de tendencia del mercado barcelonés. Según el informe, el gasto medio subirá, pero las estancias serán menores.
Siguiendo la estela de diciembre de 2022, mes histórico que superó los registros anteriores en términos de afluencia de visitantes y con tarifas medias en muchos casos superiores a las de 2019 y de un enero de 2023 también muy notable, la celebración por primera vez en el mismo mes de ISE y MWC, dos de los mayores eventos internacionales relacionados con las nuevas tecnologías, permitirá que Barcelona cierre febrero con muy buenas ocupaciones aunque no record en términos de tarifa media. Recordemos que la edición 2021 del ISE fue muy reducida (y en junio), mientras que la de 2022 tuvo que retrasarse a mayo.
Los visitantes asiáticos todavía no se han recuperado plenamente, aunque cabe distinguir por nacionalidades: los procedentes de Corea alcanzan ya las tasas de 2019; los japoneses mejoran su afluencia respecto a 2022 pero no recuperan las cotas pre-pandemia, mientras que los chinos se demoran a causa del retraso en la apertura de sus fronteras en comparación con el resto de países. Este hecho tendrá impacto sobre el gasto medio y las pernoctaciones de los huéspedes vinculados al MWC porque se trata de los visitantes, junto a los norteamericanos, más numerosos, con mayor capacidad de gasto y con estancias medias más largas.
La demanda norteamericana ha reservado con antelación, como es su costumbre, en línea con los plazos de 2019 pero sin bloquear habitaciones con casi un año de margen. La querencia del visitante de Estados Unidos por Barcelona viene de lejos: a pesar de la distancia y del sobrecoste que implica, este país ha sido el emisor extranjero de huéspedes más potente para los hoteles de nuestra ciudad en siete de los últimos catorce años (manteniéndose en el segundo o tercer lugar la mayoría de los otros siete) Ha llegado a representar más del 11% de la demanda total de los establecimientos o más del 12% de sus pernoctaciones (el porcentaje es mayor si solamente se tienen en cuenta los hoteles de alta gama, destino preferido tradicionalmente por los clientes de esa nacionalidad) La fuerte apreciación en el último año de las divisas norteamericanas (entre el 15,40% del dólar canadiense al 22% del dólar USA) solamente ha reforzado esa tendencia y colaborado en la recuperación vigorosa de la afluencia de turistas provenientes del norte de América, estadounidenses de forma muy destacada. Tal es así que, de cara al MWC, muchos visitantes provenientes de estos mercados han cerrado (y abonado) sus reservas con antelación, intentando evitar posibles repuntes en los tipos de cambio que pudieran perjudicar la actual fortaleza del dólar.
También afectará a la tarifa media la ausencia total del mercado emisor ruso, poco numeroso en términos de volumen pero con una capacidad de gasto también por encima de la media. Por su parte, los visitantes del resto de Europa han mantenido un proceso constante de reservas en los últimos meses, más previsible que las dos semanas de antelación de 2022 (explicadas por la incertidumbre asociada a la variante Omicron de la Covid 19). A diferencia de las ediciones pre- pandemia, estas reservas se han repartido de forma bastante equilibrada entre directas y a través de B Network, la empresa encargada por la organización del salón de administrar y gestionar la inmensa mayoría de las reservas de alojamiento la agencia oficial del salón.
Que la afluencia principal y, por tanto, la mayoría de reservas de alojamiento confirmadas provenga de países a dos o tres horas de vuelo de Barcelona implica estancias más cortas y gastos totales más ajustados. Desaparece por completo la “demanda de desborde”, aquella derivada a municipios vecinos como Sitges o Vilanova, entre otros.
Desde 2006, primera edición en Barcelona, la gran antelación de reserva era el denominador común del MWC y una de las grandes fortalezas financieras y de prestigio de la feria. La única excepción hasta la irrupción de la COVID-19 se dio en el otoño de 2017, a raíz de la incertidumbre política, periodo durante el cual se frenaron mucho las ventas de octubre a enero y la lentitud en las reservas de última hora llevó a ajustes de tarifas y a reducciones de estancias medias. Las ediciones celebradas durante la pandemia empeoraron aquel escenario notablemente por causas que nada tienen que ver con la capacidad de atracción y de organización de la ciudad. A fecha de hoy, todavía se encuentran habitaciones disponibles la noche del domingo 26, eso sí, a precios por encima de la media habitual para el mes de febrero.
Sin ir más lejos, el pasado lunes 20 de febrero, B Network liberó los cupos previamente negociados con asociaciones como el Gremi d’Hotels o Apartur, ante el hecho de que no se espere un gran volumen de reservas de última hora, incluyendo delegados de forma individual o de pequeños grupos. Esto implica que los establecimientos han recuperado la facultad de asignar los precios en función de la demanda real, lo que unido a prescindir del compromiso obligado de unos días mínimos de estancia y a la flexibilización en las condiciones de cancelación como incentivo a la demanda, se espera traducir en un gota a gota de reservas en los próximos días en hoteles y apartamentos turísticos, con capacidad para incrementar precios a última hora en función de cómo se comporte la demanda.
Así pues. el salón ofrecerá una imagen que recordará a la de los ejercicios pre-pandemia, con numerosos delegados en las calles y hoteles con altas tasas de ocupación, pero lejos de los años más brillantes. Además de la menor presencia de visitantes asiáticos, Barcelona dispone ahora de una mayor oferta de alojamiento no hotelera ni en apartamentos turísticos: a la no reglada se suma el creciente peso de las plataformas digitales que comercializan alojamientos de particulares y/o turísticos (Airbnb, HomeAway, VRBO, etc.) En cualquier caso, si no hay imprevistos de última hora, Barcelona reforzará su imagen de destino consolidado y seguro para la celebración de grandes eventos internacionales, favoreciendo la atracción de potenciales visitantes en la primavera y verano 2023 y generando negocio más allá del alojamiento, entre empresas proveedoras (suministros, montajes, taxis, vehículos de alquiler, etc.) o de ocio (restaurantes, actividades fuera del recinto, etc.)
Si bien la feria se ha consolidado, las pernoctaciones asociadas a ella se han estancado o, en algunos casos, reducido: tras varios ejercicios en los que el viaje de incentivo pesaba notablemente en la contratación de salas para presentaciones de producto, showrooms, reserva en exclusiva de espacios singulares, restaurantes y otros servicios de ocio, con gran presencia de altos directivos que consumían proporcionalmente a su cargo, ahora el visitante medio tiene un perfil más técnico. Se trata de un cliente maduro, que conoce la ciudad de ediciones anteriores y optimiza su visita en términos de gasto y de tiempo.
No hace muchos años, la demanda se repartía a lo largo de la semana de celebración del MWC, con notable afluencia de delegados el fin de semana previo a la apertura y prolongando su estancia hasta más allá de su clausura por razón ocio e incluyendo visitas turísticas fuera de la ciudad. En la actualidad, la demanda se reúne especialmente en dos días: lunes y martes, en un evidente efecto concentración que explica las pernoctaciones medias acortadas.
Respecto al producto preferido y teniendo en cuenta la cada vez mayor presencia de oferta no estrictamente hotelera o apartamento turístico, parece que en esta edición han vuelto a primarse hoteles y apartamentos céntricos. Los establecimientos de cuatro y cinco estrellas de l’Eixample y Ciutat Vella bien comunicados por transporte público con el recinto Gran Vía de Fira Barcelona presentan ocupaciones superiores al 80% durante las fechas de celebración del salón y en torno al 65% en los días inmediatamente posteriores. Los precios también han mejorado, con tarifas medias alrededor de los 330€ en hoteles 4 estrellas del centro y de unos 280€ en los ubicados en el entorno ferial. Este hecho es especialmente destacable porque se trata de las tarifas medias más altas de forma continuada y general (para todas las categorías) desde Octubre de 2019 en Barcelona. No puede decirse lo mismo de las ocupaciones que, en el caso de los hoteles y apartamentos turísticos, han sufrido especialmente la competencia de la oferta no reglada.
Apartamentos:
- Se mantiene la contención en el número de asistentes por empresa. El número de ocupantes por apartamento descendió un 25% en 2021 respecto a 2019 (de 2,4 personas a 1,8); en 2022 fue de 2 personas de media por apartamento y en 2023 rondará esa tasa. Esto indica que las empresas siguen enviando a menos delegados o bien estos han escogido otro tipo de alojamiento.
- Tarifa media diaria (ADR): En 2019 la tarifa media ya fue más baja que en 2018 porque se alojaron menos huéspedes por apartamento; en la edición 2021 esa tendencia se agudizó (un 45% por debajo de 2019) a causa de la Covid; en 2022, la tarifa media estimada fue de 234€, ligeramente superior a los 226€ de 2021. En 2023 se espera su recuperación alrededor de los 250€ de media. Las principales razones son que se están reservando apartamentos de menor dimensión (más baratos) y a que las nacionalidades con mayor capacidad de gasto per cápita (asiáticos, rusos y norteamericanos) ya no son mayoría.
- La estancia media también se estanca. Hasta 2017, la tendencia dominante era que muchos asistentes aprovechasen para prolongar su estancia, generalmente por motivo ocio, más allá de las cuatro jornadas de feria. En 2017, la estancia media de los delegados alojados en apartamentos fue de 8 días, en 2019 fue de 6 días; en 2021 no llegó a los 3 días; en 2022 se situó en 3,5 jornadas y el presente ejercicio se mantendrá esa cota o se reducirá levemente.
- Reservas: a menos de una semana para la apertura de la feria, no se detecta una especial intensidad en la frecuencia de reservas realizadas. A este ritmo, solamente los establecimientos mejor ubicados podrían recuperar las ocupaciones registradas en la edición 2019 pero a tarifas inferiores.
Habitaciones hoteleras de cuatro y cinco estrellas:
- Los asistentes que alarguen su estancia al fin de semana tras el MWC 2023 serán minoría, a diferencia de lo que venía sucediendo hasta 2018.
- La ocupación se sitúa en alrededor del 80% de media en los hoteles céntricos y bien comunicados y también, aunque a tarifas algo menores, en los más próximos al recinto ferial.
- En términos de tarifa media, esto representa una reducción substancial respecto a la alcanzada en 2019: alrededor del 36% (521€ en 2019 Vs. 330€ en 2023). La reciente liberación de plazas por parte de B Network hace imprescindible una política muy intensiva en revenue management (control y cambio de tarifas en función de la demanda): el MWC ha contribuido a incrementar la ocupación y la tarifa media con cotas no alcanzadas desde octubre de 2019, por lo que el EBITDA final se verá mejorado.
Otro factor ligado también a la incertidumbre mundial y la contención de gastos por parte de las empresas internacionales es el menor número de reservas de eventos asociados al MWC (presentaciones, cenas, fiestas, eventos de motivación o team building, reuniones externas al recinto, etc.) Esto reducirá el impacto económico y los efectos multiplicadores asociados a la celebración de la feria (transportes, consumo de alimentos y bebidas, consumo de ocio, etc.) y es preocupante porque la pandemia solamente contribuyó a empeorar una tendencia presente en Barcelona desde 2018, cuando empezó a reducirse el número de pequeños y medianos eventos internacionales que diseminaban sus efectos más allá del alojamiento y colaboraban notablemente a desestacionalizar la demanda a tarifas por encima de la media.
Si analizamos la tendencia más allá de la finalización del MWC 2023, el ritmo de reservas vinculadas al ocio presenta una fortaleza notable. Se identifica ya un repunte considerable en la afluencia de británicos y alemanes durante el verano (los más previsores tradicionalmente) confirmando reservas para junio, julio y agosto ya desde mediados del presente mes de febrero.
El fenómeno de inmediatez y aceleración del proceso de reservas ha llegado para quedarse, con un visitante cada vez más autónomo de los portales y que ha aprovechado las ventajosas condiciones de anulación sin cargos vinculadas a la incertidumbre por el Covid-19 para potenciar su poder, reservando directamente y en el último momento.
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