Propuestas para disfrutar de una comida de altura en algunas de las terrazas más singulares de Madrid al abrigo del sol del invierno. 
Restaurante Élkar
Restaurante Élkar Restaurante Élkar

Madrid lleva siglos dibujando un skyline que la provea de esa fotografía tan identificativa de gran urbe, y desde ningún mirador mejor que las terrazas de algunos de sus restaurantes para ver cómo la capital se contornea en el horizonte. Subimos hasta siete de los comedores y terrazas más altas de la ciudad para disfrutar de una experiencia 360º.

Las azoteas ya no son solo cosa del verano. En los últimos años grandes hoteles, edificios históricos y rascacielos han habilitado sus cubiertas para crear espacios de restauración que permiten admirar la ciudad con una nueva mirada. Los rooftop restaurants arrasan también en los meses de invierno, y estas son algunas de sus propuestas más interesantes.

Élkar: el restaurante más alto de España

Los 160 metros de altura de la planta 33 ofrecen una vista infinita sobre el norte de Madrid, sierra incluida. Élkar asegura ser el restaurante más alto de España, para lograrlo se acomoda en Torre Emperador Castellana (antes Torre Espacio), el cuarto rascacielos de mayor altura en el país  con 224 metros y 56 plantas, obra del estadounidense Henry N. Cobb.

El pasado mes de octubre, la multinacional Aramar (248.000 empleados en 19 países) relanzaba este espacio de la mano del chef Fran Vicente. Cocina mediterránea con tentaciones como foie gras Fundador con bizcocho de pimienta y canela (25,90 euros) o mero asado con mantequilla blanca, caviar y judías confitadas (28,50 euros), destacan en una carta que también ofrece un menú ejecutivo diario (42 euros). Todo con una panorámica que tiene en el atardecer su máximo disfrute, desde el centro del meollo de los grandes negocios madrileños.    

Picalagartos: asomarse a la Gran Vía

Restaurante Picalagartos
Restaurante Picalagartos en el Hotel NH COllection Gran Vía Restaurante Picalagartos

Una larga vista sobre la vía más emblemática de Madrid sirve de aperitivo en Picalagartos. Este sky bar y restaurante ubicado en el Hotel NH Collection Gran Vía, ofrece una azotea totalmente panorámica y un comedor en la planta octava, ambos regentados por Azotea Grupo.

Se trata de una de las apuestas de restauración más activas en este tipo de ubicaciones de altura, el grupo fundado por José Manuel García cuenta con locales tan emblemáticos como el Círculo de Bellas Artes y, muy pronto, el relanzamiento de la terraza en el Palacio de Cibeles.   

Pero volvamos al número 21 de la Gran Vía, un edificio de estilo neobarroco diseñado por Julio Martínez Zapata y José López Sallaberry en 1918, que ofrece las mejores vistas posibles sobre el vecino rascacielos de Telefónica (1929) o el icónico Carrión (1933). Para su restaurante el chef Manuel Berganza ha diseñado una carta apta para el gran público que tiene en el “recuerdo a humo” de pescados y carnes una de sus señas de identidad. Muy tentador al mediodía su menú por 42 euros con arroz como plato principal. Quien quiera alargar la velada tiene en la coctelería de Luca Anastasio, el mejor pretexto. 

Edén Gastrobar y 360º Rooftop Bar: tapeo en el cielo

360º Rooftop Bar
360º Rooftop Bar en el Hotel Riu Plaza España 360º Rooftop Bar

No hay terraza que logre más likes. Los selfies desde 360º Rooftop Bar, ubicado en el hotel Riu Plaza España, no pasan desapercibidos, sobre todo desde su mirador del pánico, ¡una bandeja de cristal suspendida a 100 metros de altura!

Tras la experiencia de su terraza bar, se puede bajar a la planta 26 para conocer el Edén Gastrobar, que comparte vistas, si bien, acristaladas.  Un brunch de 11:00 a 13:00 y una carta para este invierno con recomendaciones como carrilleras de cerdo ibérico, chalotas glaseadas, setas y puré patata (22 euros), o un bacalao confitado en salsa vizcaína servido con asadillo de pimientos y patatas (23,50 euros) aseguran el disfrute a cualquier paladar.

Y todo en esta singularísima construcción de 1953, cuando el arquitecto Julián Otamendi diseñó este rascacielos que se convirtió inmediatamente en icono castizo. Condición recuperada en 2019, tras la apuesta del grupo mallorquín para poner en valor una cubierta única con vistas sobre el centro de Madrid, el Palacio Real o el Templo de Debod. 

Oroya: selva peruana en el corazón de Madrid

Restaurante Oroya
Restaurante Oroya en el hotel The Madrid Edition Restaurante Oroya

En la última planta del hotel The Madrid Edition se encuentra uno de los restaurantes más sorprendentes de Madrid. Un escenario a la altura de su cocina peruana, obra del chef Diego Muñoz.

La reconversión del antiguo Monte de Piedad de Caja Madrid en hotel de lujo, ha merecido el premio Ahead, de la revista Sleeper, a la mejor transformación arquitectónica. Ian Schrager (fundador de Studio 54) y el arquitecto británico John Pawson (que ya había realizado en Madrid el vestíbulo del hotel Puerta de América), están detrás de este trabajo en un edificio con fachada barroca de Pedro Ribera.

Más que en las vistas, los dos espacios principales de Oroya, terraza y salón, tienen su punto fuerte en una impactante decoración selvática, dicen inspirada en los jardines de Majorelle, la que fue célebre residencia de Yves Saint Laurent en Marrakech.  Un singular escenario para disfrutar de propuestas como su ceviche de corvina y pulpo o los mejillones al vapor, ají panca y coco con pan frito (ambos a 23 euros), sin olvidar las tentaciones de su Pisco Bar.

Club Financiero Génova: un secreto a la vista

Club Financiero Génova
Club Financiero Génova Club Financiero Génova

Tan exclusiva como impresionante. Esta azotea de la plaza de Colón, renace por iniciativa del ya citado Azotea Grupo en asociación con Familia La Ancha, referente del buen comer madrileño desde hace más de cien años.

Hablamos de las interminables vistas al ensanche de Madrid desde la cubierta de Centro Colón, donde se ubica Club Financiero Génova, que ahora se comparten con el público gracias a esta propuesta de hostelería. Conviene saber que el visitante debe respetar la etiqueta business casual para acceder, que incluye americana para los hombres y prohíbe el calzado deportivo. 

Para el diseño de sus 2.500 m2, se ha confiado en el estudio de Alejandro Pombo, y para el concepto gastronómico, en Nino Redruello. Atmósfera de gran club europeo y aromas de una carta que apuesta por la calidad de las materias primas en sus dos espacios de restaurante y, la más informal, de la azotea.

Séptima: un balcón al atardecer

Restaurante Séptima
Restaurante Séptima en el Hotel Only You Restaurante Séptima

En las tardes de invierno, desde la terraza Séptima del hotel Only You Atocha se puede contemplar uno de los cielos velazqueños más bellos de la ciudad. La estratégica ubicación en el 13 del Paseo Infanta Isabel de esta propuesta firmada por Grupo Palladium, ofrece unas relajantes vistas al noroeste.  

Su carta invita a compartir el momento con amigos frente a un plato de jamón ibérico (29,90 euros) o de croquetas (14,90 euros). Si se prefiere disfrutar de una comida más tradicional, se ofrecen platos del mar como rape con pesto kombu y mantequilla especiada de limón  (24,50 euros) o diferentes carnes. Los sábados y domingos también se puede optar por un brunch a 39 euros de 12:30 a 15:30.

The Hat Madrid: una corrala con vistas

Restaurante The Hat
Restaurante The Hat Restaurante The Hat

Acabamos este recorrido con una propuesta inesperada e interesante. Casi a la sombra de la Plaza Mayor, se ubica The Hat Madrid, un hostel con privilegiadas vistas sobre los fotogénicos tejados del Madrid más castizo que reivindica la cúpula de la vecina iglesia de San Isidro: “Tras 100 años a oscuras, la iluminamos nosotros en 2017”.

También se reivindica una atmósfera de camaradería de corrala más que de azotea de moda, eso sí, con acentos llegados de todo el mundo. Tacos de carrilleras con jalapeños (13 euros), raviolones de ricota con crema de espinacas y toque de caramelo (12 euros) o el pulpo a la brasa con puré de patata ahumado (16 euros), son algunas de las propuestas para disfrutar de una comida de azotea en cualquier mañana soleada del invierno madrileño.