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Mucho ajetreo deberá traer el cierre del año para desbancar a octubre como el mes más intenso de 2017. La sensación en el sector inmobiliario ha sido, para muchos, desalentadora, a raíz de la tesitura política desatada en Cataluña desde la celebración del referéndum el 1 de octubre.

Pero para la inmobiliaria de alto standing Engel & Völkers, su facturación de este octubre en la capital catalana, que han intermediado en operaciones por valor de 34,8 millones de euros, refleja una corrección de los excesos del mercado, alejando el componente especulativo y un alza de precios mucho más moderada y sostenida en el tiempo. 

Si bien es cierto que teniendo en cuenta la buena racha acumulada durante todo 2017, las operaciones cerradas en octubre no han sido tan optimistas: cayeron un 15% respecto a septiembre. Esto se debe a dos razones: los ingresos obtenidos por la división de Commercial (sector terciario) ha caído un 8% y las operaciones de inversores se han quedado en punto muerto. El primer motivo no es desesperanzador, pues tal y como explica Oriol Canal, director general de Engel & Völkers Barcelona, es el sector más reducido de su cartera. "Las operaciones que se han mantenido estables son las ventas de propiedades residenciales", detalla Canal.

El segundo punto supone un cambio de tendencia. Barcelona, la segunda ciudad más cara de España, tenía un mercado mucho más dinámico este 2017. El año arrancó con un alza generalizada en el precio medio, con un 4,6% de subida respecto a 2016, el cliente nacional estaba volviendo a participar como inversor en la compraventa, gracias a las mejoras económicas para conceder créditos hipotecarios. Pero ahora todo eso ha dado un giro en menos de un mes.

De inversión a activo refugio

En lo acumulado de 2017, la demanda de inversores, un 40% de su cuota de mercado, provenía de hasta 48 nacionalidades distintas. Pero solo en octubre "los compradores nacionales han pasado de representar un 60% a un 83% de las transacciones totales", explica Canal. ¿El motivo? Ahora el propietario de un inmueble, ante la incertidumbre, se vuelve más razonable y acepta la oferta del comprador.

"La inversión, como motivo de compra, ha bajado pero, por otro lado, los compradores locales están cerrando más operaciones porque los propietarios prefieren la oferta a pedir un sobreprecio que no saben cuándo se lo pagarán", argumenta Canal, que piensa que "en momentos de inestabilidad, la adquisición de primera residencia es un activo refugio".

Así pues, desde Engel & Völkers Barcelona han notado, a partir de su facturación registrada desde el 1 de octubre, cómo la demanda de uso que quieren primeras residencias sube y han ido cayendo los inversores que tenían como objetivo reformar o alquilar para vender a un precio más alto con el tiempo. Asimismo, Canal explica que si bien han bajado las ventas de inversión, han ganado cuota de mercado porque muchos clientes acuden en busca de ayuda en la venta: "cuando la carretera no es tan buena, necesitan soluciones para seguir el camino", ejemplica.

Además, este nuevo escenario puede traducirse, en opinión de Canal, "en crecimientos de precios moderados para los próximos ejercicios en torno al 4% anual". La falta de producto ante una demanda creciente provocó, de manera prolongada en el tiempo, una subida de precios de doble dígito. Pero la previsión de Engel & Völkers es que esta coyuntura política económica se revierta en algo optimista para el mercado. "Si los precios suben poco a poco y sin cambios bruscos, estamos ante un mercado más estable y un ciclo que se alarga durante más tiempo", alienta Canal.

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