Una ‘startup’ mexicana revoluciona el mercado de la vivienda: casas impresas en 3D por menos de 30.000 euros

La crisis de vivienda en México podría comenzar a menguar gracias a una innovadora impresora 3D capaz de construir casas seguras de manera rápida y ecológica a un precio muy asequible. Esta tecnología, impulsada por la empresa Seed, busca transformar el acceso a hogares dignos con una novedad revolucionaria.

Según la compañía, gracias a la eficiencia de la impresión, el coste de construir una vivienda de unos 80 m2 ronda entre los 500.000 y 600.000 pesos (23.000 – 28.000 euros al cambio actual), lo que, extrapolado a una hipoteca a 30 años, equivaldría a un coste mensual de unos 70 euros.

Actualmente, la ‘startup’ mexicana está construyendo viviendas con materiales como tierra, arena, fibra de coco y arroz. Este sistema no solo reduce costes y tiempos, sino que también tiene un bajo impacto ambiental, rompiendo con los tradicionales métodos de construcción a base de hormigón.

Uno de los fundadores de Seed, Alan Cohen, asegura a la agencia EFE que México sufre un déficit de 10 millones de viviendas y su meta es reducir esta brecha para emparejar la oferta con la alta demanda.

Retos y obstáculos

Desde la compañía aseguran que el proyecto se encuentra en una fase experimental, pero recalcan que los resultados son prometedores, sobre todo gracias a la innovación, que le ha permitido crear una mezcla de materiales que mantenga los cimientos de la estructura firmes, pero sin repercutir en los tiempos y en la sostenibilidad.

El objetivo de esta ‘startup’ es avanzar y perfeccionar su modelo para implantarlo cuanto antes, y ayudar así a solventar la crisis habitacional que vive el país. Sin embargo, adelantan que se encontrarán muchas trabas burocráticas y obstáculos en el camino.

Una cafetería de tres plantas

Actualmente se encuentran desarrollando una cafetería circular con seis metros de diámetro con tres plantas de altura, lo que rozaría los 30 m2 superficie por planta. Además, afirman que ofrece un excelente aislante térmico y que sería capaz de resistir movimientos sísmicos de hasta siete grados en la escala de Richter.

También destacan la robustez de los cimientos. Según la compañía, están haciendo muros de dos y tres metros de altura con un grosor de 50 cm en la base y 30 cm en la punta.

Con su modelo actual son capaces de crear 300 litros de mezcla por hora, que se ejecuta casi de forma autónoma, por lo que se presenta como una oportunidad única para ayudar a solventar la crisis de vivienda.