Rebeca Pérez, consejera delegada de Invertis, explica su experiencia al frente de una empresa inmobiliaria en pleno confinamiento
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Soluciones ‘proptech’ a problemas del confinamiento
Rebeca Pérez, CEO de Invertis

Como fundadora de una proptech he tenido que recurrir a muchas y diversas tecnologías para dar servicio a nuestros clientes. Nacimos digitales y Inviertis provee de una plataforma de inversión inmobiliaria online donde facilitamos la transmisión de propiedades que ya tienen inquilinos, sin tan solo una visita. Rentabilidad desde el primer día desde el sofá de casa. Para ello, seleccionamos inmuebles con rentabilidad bruta superior al 4,5% de clientes que nos envían la documentación online. Analizamos con big data si son interesantes por localización o características. Rebeca Pérez, consejera delegada de Invertis, explica su experiencia al frente de una empresa inmobiliaria en pleno confinamiento.

Hacemos tours 360º y se certifica el estado de la propiedad con aplicaciones que permiten la integridad de datos para que la información en nuestro portal sea 100% veraz. Nuestros clientes exponen sus dudas a nuestros bot en Facebook y firman arras digitalmente, para que, con un solo click, puedan invertir en una propiedad en rentabilidad.

¿Pero cómo? Proptech.

Es una palabra amada y odiada a la par por el sector. En los últimos años, el sector inmobiliario ha hecho grandes esfuerzos por digitalizarse, a nadie se le escapa el hecho de haber pasado de comprar sobre plano a los renders 4D o de leer los periódicos en busca de anuncios a navegar en Idealista. Sí, porque idealista es el fruto de la digitalización del sector, pero los demás tardaron en llegar.

El usuario, comprador o vendedor, ha tenido que cambiar muchas cosas en su vida antes de estar listo para dar este paso, pero el mayor inconveniente que ha encontrado el sector para digitalizarse ha sido el propio sector, muy tradicional y en algunos segmentos, poco profesionalizado. La información, además, es un privilegio que unos pocos no quieren compartir con muchos.

La digitalización se mueve en esa dirección: traer transparencia a las transacciones y facilidad de uso que revierte en beneficios especialmente para el usuario final. Un usuario final bien informado es uno que puede tomar buenas decisiones de forma rápida y con confianza.

Alguna de las tecnologías que ya están ayudando al sector inmobiliario tradicional en el camino hacia la digitalización son, por ejemplo, los tours virtuales en 360º. Esta tecnología permite al usuario final situarse en la propiedad y explorarla a distancia de forma totalmente inmersiva. Por su parte, los planos y renders en 3D fotorrealistas permiten imaginar y adaptar la oferta a medida de cada usuario.

Los drones, que les está costando entrar por razones legislativas, se pueden utilizar para proporcionar un recorrido por la zona. Para nuevas construcciones, un dron podría capturar la sensación de un nuevo vecindario y ayudar a las personas que están considerando mudarse a una nueva ciudad o vecindario a tener una idea del lugar antes de visitar. Adicionalmente, se pueden usar para detectar riesgos potenciales o problemas de mantenimiento, lo que podría reducir el precio de una propiedad o usarse en negociaciones.

En la actualidad ya existen y utilizamos aplicaciones que permiten a los propios vendedores tomar medidas y fotografías de los inmuebles desde su propio móvil, con total integridad de datos y veracidad de fecha para la tranquilidad del comprador.

El famoso big data está ayudando a tomar muchas decisiones, y no solo de compra. En estos momentos, ya son muchas las grandes empresas que consultan fuentes como idealista data para tomar decisiones de inversión o desinversión. Permiten, además, conocer el producto en profundidad; trafico de peatones, composición demográfica, análisis del consumidor, entre otros, que posibilita determinar donde colocar una parada de bus o situar un parking o si en determinada calle funcionará mejor un restaurante o una panadería degustación.

Durante estas semanas son muchos lo que hemos echado mano de bots pequeños ayudantes virtuales que correctamente programados pueden dar respuestas a las dudas de nuestros clientes sin que sea necesario tener a un operador al otro lado. Es un optimizador de recursos, muchas veces el usuario no sabe llegar a las FAQ (preguntas frecuentes) o le resulta más cómodo y personal formularlo en un chat y ahorra una llamada a la oficina.

Esos bots pueden incluso llegar a estar dotados de AI (Inteligencia artificial) para poder ir aprendiendo a medida que se les da más información y llegan a ser útiles para el desarrollo de nuevos productos o servicios o de mejorar los existentes. Por ejemplo, ahora mismo, la búsqueda de propiedades se basa únicamente en preferencias como localización o m2 para mostrar las propiedades, pero AI podría permitir que se realizaran basadas en rasgos de la personalidad o valores.

El IOT (El internet de las cosas) ya permite poner la calefacción, subir persianas o pasar la aspiradora y al agente inmobiliario le puede ahorrar mucho tiempo si, además, permite a un comprador entrar a visitar una propiedad al abrir la puerta en remoto.  Eso permitiría que los compradores visitaran las propiedades a su ritmo sin necesidad de amoldar su agenda a la del agente y sin la presión que les suponen a algunas personas en su toma de decisiones. ¿Y las preguntas que pueda tener durante la visita? Un chat o un whatsapp lo arregla rápido.    

Junto a estas nuevas tecnologías, actual otras que facilitan la gestión documental y que hacen innecesarios los desplazamientos; Firmar una orden de venta, una reserva o unas arras, las plataformas de firma digital se encargan de ello, mucha inclusive, ya están integradas en CRMs (gestores de relación con el cliente) disponibles en el mercado. Del mismo modo, las transferencias bancarias son perfectamente viables desde la banca online.

Si bien todavía quedan muchas incógnitas legales, la transmisión de datos y ejecución de contratos mediante tecnología Blockchain ya es una realidad y permite llevar a cabo transacciones con total transparencia y agilidad.  Observar que están haciendo las startups proptech puede ayudar a mejorar los procesos de las empresas más tradicionales, optimizar recursos y ganar en rendimiento.

El proptech es en realidad un conjunto de tecnologías y nuevos modelos de negocio que van a ayudar a traer el sector inmobiliario hacia el nuevo siglo, no a sustituir al sector tal cual lo conocemos, la actual coyuntura, va a favorecer la implementación de muchas de esas tecnologías en los próximos meses y a remontar tras el confinamiento.

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