Es difícil no emocionarse con los platillos que preparan en el restaurante hotel Atrio (3 Estrellas Michelin). De la misma forma, resulta imposible no emocionarse con las obras de arte del restaurante o del hotel pero, emoción es una palabra que se queda corta cuando se atraviesa la puerta de la última creación del tándem Toño Pérez y José Polo, la Casa Palacio Paredes Saavedra, localizada a tan solo unos metros de Atrio.

Hablamos de una casa fuerte palaciega del siglo XVI, de 11 habitaciones repartidas en 3 plantas cuya rehabilitación completa ha corrido a cargo de Tuñón y Albornoz Arquitectos (Emilio Tuñón fue Premio Nacional de Arquitectura 2022) y que se enmarca dentro de la enseña Atrio Relais & Château.

Cada habitación es diferente y es imposible decantarse por una u otra: en la suite presidencial, la más lujosa y donde se desarrolla esta entrevista, hay un hermoso piano; en la habitación de la torre, los facsímiles de Los Caprichos de Goya decoran una de las paredes… Por cierto, esta torre que se ha rehabilitado fue mandada desmochar por Isabel la Católica, como en otras casas nobles para detener los litigios entre las principales familias poderosas en su día.
En todas las habitaciones hay maderas nobles, muebles de inspiración nórdica, lámparas de Santa & Cole, bañeras de mármol realizadas en una única pieza y un mueble-bar años 50 integrado en las paredes, forrado en pan de oro y con interior de espejo, con destilados cortesía para el cliente.

Si Atrio es excepcional, Casa Palacio Paredes Saavedra está a otro nivel, es la máxima expresión del hedonismo. Entrevistamos a Toño Pérez, propietario de este nuevo hotel de lujo y del restaurante Atrio.
¿Qué objetivo teníais cuando os quedasteis con este espacio?
Esta propiedad siempre nos pareció muy bonita, muy atractiva, porque tiene mucha personalidad. Y estaba justamente en frente, estaba cerrado, no teníamos una idea clara y concreta. La vocación era rehabilitar y hacer una cosa muy bella.

Y lo habéis conseguido…
Cuando empezamos la obra vino Joaquín Montes Bardo, tío de José (José Polo), historiador, muy culto, estuvo viendo la casa y nos dijo deja que la casa te hable. Y es verdad, había que dejar que la casa te fuera hablando. Y los arquitectos entendieron rápidamente cómo era esta propiedad, qué había que mantener, qué había que aportarle. Y han hecho una obra magnífica porque la casa ha cogido una solidez y una impronta que no tenía. Han jugado con esa desnudez que yo decía Emilio, ya está, ¿cómo que ya está? Eso lo hacen mucho, buscar las huellas y las cicatrices del tiempo y dejar la nobleza. La casa tiene exactamente los mismos espacios que tenía cuando la compramos.
Háblenos de la suite presidencial en la que hay un piano espectacular.
Cuando compramos la casa había muebles, todavía no habían sacado todas las cosas, y el piano estaba en este espacio, era de la familia. Es un Érard (Sébastien Érard fue el primer fabricante francés de pianos a gran escala) de 1860, de hecho, Wagner tenía un Érard de esta época. Vino un luthier, lo puso al día, se restauró, lo afinaron y bueno, ahí está. Es parte de la historia de la casa.

¿Y las bañeras?
A Carlos Albornoz ya le encanta todo lo que es equipamiento, las bañeras son de unos italianos que hacen piezas muy especiales, Carlos se encargó, habló con ellos y la verdad es que quedan genial. Son un bloque entero de mármol de Carrara que habla muy bien con el granito negro.
Abrieron hace tan solo unos meses, ¿qué tipo de clientela ha venido hasta ahora?
El perfil de clientes que nos demanda Casa Palacio Paredes Saavedra yo diría que no son turistas, son viajeros. De todas formas, en general, la gente que se acerca a Cáceres es un perfil de cliente que le gusta la gastronomía, el patrimonio, la cultura, el arte ahora con la Fundación Helga de Alvear…

Creo que también habrá un baño turco en el hotel
La idea es tener unos aparatos para hacer un poquito de ejercicio y tener una zona de bienestar, digamos así de masaje con un pequeño hamman.
¿Qué inversión se ha realizado?
Siete millones de euros. José bromea un poco con esto y dice que nos ha tocado dejarlo rehabilitado para otros 300 años. La palabra negocio aquí desde luego no la puedes poner. Esto es otra cosa. Al final te sientes orgulloso de haber recuperado para la ciudad una casa palacio con tanta enjundia, nos parece muy bonito.

Un sitio que le guste especialmente del hotel
El patio, los patios me encantan, toda la jardinería… (Toño ha creado de hecho el término macetismo). El cuarto donde están los Goyas, el atrio es hermosísimo…
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