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Este año más de 2.000 extranjeros se convertirán en residentes españoles casi en el mismo momento que estampen su firma en el contrato de compraventa de un inmueble. Con el desembolso de al menos medio millón de euros de inversión residencial, un extranjero puede abrir una vía para obtener un pasaporte español, un salvoconducto extremadamente útil para aquellos que quiere vivir al sol o transitar por la Unión Europea libremente.

Desde 2013, España tiene en vigor la llamada “golden visa”, un procedimiento de concesión de residencia rápido para aquellas personas no comunitarias con talento especial o que inviertan más de 500.000 euros en el sector inmobiliario. Según datos de la Secretaría de Estado de Comercio, en 2016 2.236 personas se han beneficiado de este programa de visados, con la captación de 2.157 millones de euros en inversión, el triple que el dinero invertido en el primer año de vigencia del programa.

Los ciudadanos chinos y rusos son los principales demandantes de esta vía rápida hacia la residencia española, que con el tiempo se puede traducir en la concesión de la cuidadanía española. En el caso chino este tipo de doble nacionalidad ha servido en el pasado para la salida del llamado “hot money”, capital que los chinos más adinerado sacan del país para invertir fuera, evitar controles en operaciones como el juego en casinos y reducir riesgos.

La buena acogida que ha tenido el programa de la “golden visa” ha llevado a  que compañías inmobiliarias o de asesoría legal ofrezcan servicios de información para aquellos que quieren traer su dinero a España, comprar una vivienda y a la vez solicitar la residencia española.

Door to Europe”, fundada por Sergio Codonyer, ofrece un servicio integral a inversores que quieran acceder lo más rápido y fácilmente posible a la residencia española, que además conlleva la libertad de movimiento por Europa.

“Door to Europe asiste a inversores con el papeleo de la residencia española. Hay servicios de información que ofrecemos para asistir a nuestros clientes con la solicitud de residencia", explica la empresa.

Codonyer considera que, en base a la marcha del sector inmobiliario español, que muestra claros signos de recuperación, la demanda por las los visados de residencia para inversores “no van a hacer más que subir”.

“El sector residencial español es particularmente atractivo para familias jóvenes y jubilados de países menos desarrollados. Pueden acceder a los colegios españoles, las universidades y el sistema sanitario”, argumenta Codonyer.

Los inversores que quiere abrir su camino a convertirse en españoles por la gracia del ladrillo se benefician ahora, además, de un mercado inmobiliario al alza, que además permite un fácil alquiler de la propiedad en zonas turísticas, lo cual rebaja el umbral financiero para aquellos que quieren dar el salto.

 
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