'Si no te vas de casa por las buenas, tendrás que irte por las malas'. Ésta podría ser perfectamente la advertencia que lanzaron los padres de Michael Rotondo, un joven estadounidense de 30 años. Y, al final, la emancipación se producirá por orden judicial.
A pesar de que los progenitores le pidieron de diferentes maneras que se emancipara, incluso ofreciéndole la posibilidad de darle dinero cada mes, Michael no dio su brazo a torcer. Ante su negativa, los padres (Mark y Christina Rotondo) decidieron acudir a los tribunales.
Y un juez de la Corte Suprema del condado de Onongada (del estado de Nueva York) les ha dado la razón y ha decretado su desalojo, apoyándose en el que joven no realizaba tareas domésticas ni ayudaba económicamente en casa porque no tenía trabajo.
Michael, que se resiste a dejar de vivir a cuerpo de rey, tiene pensado apelar la decisión del magistrado para intentar frenar la orden de desalojo.
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