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La renta mínima universal y los ‘minijobs’: la realidad laboral de Alemania
Puerta de Brandenburgo, Berlín GTRES

Desde el 15 de junio es posible solicitar en España el ingreso mínimo vital, la nueva prestación aprobada por el Gobierno y que a nivel mundial es más conocida como renta básica universal. El importe será abonado en 12 pagas y el mínimo es de 462 euros y el máximo de 1.015 euros mensuales. En Alemania existe una ayuda similar, el llamado Hart- IV, que tiene una duración indefinida para personas en disposición de trabajar y en situación de necesidad por no tener otros ingresos ni apoyo familiar. 

El Gobierno español ha aprobado el ingreso mínimo vital, que puede beneficiar a cerca de 2,3 millones de personas. Para recibir esta prestación es necesario tener entre 23 y 65 años. No obstante, también podrán solicitarla los ciudadanos de entre 18 y 23 años, siempre que en el hogar haya menores de edad a cargo y lleven al menos un año residiendo de forma legal en España.

Por otro lado, se tiene en cuenta el nivel de renta que tenga la familia y su patrimonio neto (es decir, sin incluir la vivienda habitual ni las deudas).

En lo que se refiere a los ingresos, se puede solicitar siempre que los ingresos del hogar durante 2019 no superen los límites de la renta garantizada anual. "Por ejemplo, en el caso de un hogar formado dos adultos y dos niños, los ingresos máximos serían de 10.500 euros", ha explicado Pablo Iglesias. "Y también se puede solicitar si en lo que llevamos de año los ingresos percibidos, en términos anuales, estarían por debajo de la renta garantizada", ha añadido.

El llamado Hartz-IV (oficialmente Arbeitslosengeld II) es la ayuda estatal de duración indefinida que reciben los residentes en Alemania que ya no tienen derecho a la prestación por desempleo. Esta ayuda busca aportar un mínimo para garantizar "una vida digna", pero está diseñada sólo para las personas en disposición de trabajar y en situación de necesidad por no tener otros ingresos, y no percibir ayudas públicas ni apoyo económico familiar.

También la pueden recibir trabajadores precarios que no ganan lo suficiente para subsistir y desempleados con prestación por desempleo demasiado baja. El pasado mes de mayo estaban registradas en Alemania 4.027.000 como beneficiarias de esta ayuda, 75.000 más que hace un año, un repunte debido al coronavirus. En comparación, sólo 1.058.000 percibieron en este mes la prestación por desempleo, con el paro al 6,1%.

Tras la actualización de 2020 en Alemania, un individuo soltero cobra un mínimo de 432 euros al mes y una pareja, 821. Una familia con dos hijos con derecho a esta ayuda obtiene entre 1.210 y 1.390 euros mensuales, dependiendo de su edad (el monto va en aumento). También está contemplado un suplemento de 339 euros al mes para dependientes a cargo. El Estado alemán asume además vía reembolso el alquiler (no se puede percibir el Hartz-IV con inmuebles en propiedad) de una vivienda "adecuada" y la calefacción. 

or otro lado, en Alemania no es oro todo lo que reluce. Pese a que el mercado laboral alemán es uno de los más robustos de la Unión Europea, cuenta con una gran cantidad de empleados con “minijobs”. La población empleada no ha parado de crecer en los últimos diez años, hasta superar los 45 millones de personas. La tasa de desempleo, en medio de la crisis generada por la pandemia del coronavirus, se ha elevado casi un punto porcentual, pero a finales de abril se situaba en el 5,8%.

Pero estas cifras tienen truco. Porque incluyen a los 6.673.962 trabajadores (en torno al 14% del total de empleados) que desempeñan un "minijob", un trabajo de hasta 40 horas mensuales por el que pueden cobrar un máximo de 450 euros al mes. Se trata de un tipo de subempleo que pretende facilitar la empleabilidad de los parados de larga duración, facilitarles la reincorporación al mercado laboral, pero que en muchas ocasiones ha cronificado su situación de precariedad (gracias a su combinación con otras ayudas sociales, como el Hartz-IV, que reciben quienes ya no tienen derecho a prestación por desempleo y no tienen ninguna fuente de ingresos o bien raíz, una especie de ingreso básico universal).

Según el informe del primer trimestre de 2020 de la agencia pública encargada de estos trabajos, la cifra de minijobs se ha mantenido a grandes rasgos estable en los últimos 15 años, pese a que en este período la población empleada ha aumentado en casi diez millones de personas. La leve caída de los últimos meses puede achacarse además a la crisis económica derivada de la pandemia, que se ceba principalmente con estos contratos más fáciles de rescindir (y sin derecho a la modalidad de jornada reducida con garantía de empleo conocida como Kurzarbeit).

El perfil de la persona que acaba en esta modalidad laboral es el de una mujer (58,4 %) de nacionalidad alemana (85,5 %) que trabaja en el comercio minorista o la restauración. La inmensa mayoría mantienen sólo un minijob, aunque unas cuantas trabajan en dos, tres o más puestos de estas características. Esta empleada no debe pagar impuestos por su sueldo y, en la mayoría de los casos, su patrón no paga por ella las cotizaciones sociales (80,5 %). Eso significa que su salario neto es igual al bruto, pero también que ella posteriormente no tendrá derecho a pensión por este minijob.

Además, se trata en su mayoría de personas de más de 50 años. De hecho, el grupo más numeroso de trabajadores con un minijob son los mayores de 65, quienes teóricamente ya se han jubilado, con un total de 1.076.079 personas (16,1 %). Le sigue el segmento de entre 55 y 60 años y el de entre 60 y 65 años. La mayoría reside en los estados federados con mayor poder adquisitivo, como Baviera, Baden-Württemberg, Renania del Norte-Westfalia, Hesse y Baja Sajonia. En la antigua Alemania oriental son menos frecuentes.

Los minijob llegaron a Alemania dentro de la controvertida Agenda 2010, un duro plan de ajustes estructurales impulsado por el canciller socialdemócrata Gerhard Schröder entre 2002 y 2003 con el objetivo de reactivar la mayor economía europea, que se encontraba entonces en crisis y con una elevada tasa de desempleo. Desde entonces se suceden las críticas contra esta modalidad, aunque no ha sido sustancialmente reformada.

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2 Comentarios:

Fincas Trovador
16 Junio 2020, 10:59

La Renta Básica Universal y el Ingreso Mínimo Vital son cosas distintas. La RBU se entregaría a todos los ciudadanos (por eso es universal) independientemente de su situación, y el IMV se entrega solo a quienes cumplen determinadas condiciones. El RBU no se ha aplicado en ningún país, salvo numerosos programas piloto.

inmaculada de la vega
18 Junio 2020, 17:14

Hasta 40 horas semanales es minijob. Más bien, minisalario

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