
El nombre correcto para una vivienda puede hacer que esa propiedad sea más atractiva para los posibles compradores e incluso aumentar su valor de mercado, según un estudio para el mercado británico de Savills. En Reino Unido es posible cambiar la dirección de una casa por un alias concreto, sobre todo en aquellas que tienen grandes extensiones. Acertar en el calificativo adecuado puede suponer una diferencia de 456.000 libras, unos 531.500 euros. Los más comunes se relacionan con el antiguo sistema feudal británico, la religión, la mitología, la cerveza y la naturaleza.
La investigación realizada por Savills UK aclara que cuantificar el impacto directo es complicado, pero en la comparativa que ha realizado sugiere que un nombre adecuado puede otorgar personalidad, prestigio “y un mejor precio de venta a una propiedad”. Pero, ¿qué nombre elegir? Un buen apodo, que resuma las características principales del inmueble, se puede convertir en todo un arte.
El estudio analizó los precios de las viviendas en Inglaterra y Gales que se llamaban ‘The Manor House’, ‘Manor House’ y ‘The Manor’, que se podría traducir como la casa señorial, el palacete o la mansión. La diferencia de precios entre los tres puede rondar las 456.000 libras esterlinas, unos 531.500 euros al cambio actual, según la investigación realizada por Savills.
Las propiedades denominadas ‘The Manor House’ tienen el precio más alto, con un precio de venta promedio de 1,42 millones de libras (1,65 millones de euros). Mientras que las viviendas apodadas ‘The Manor’ o ‘Manor House’, por el contrario, se vendieron por un promedio de 967.117 libras, algo más de 1,1 millones de euros.
Agregar o cambiar el nombre de una casa no garantiza un aumento del interés o su valor, especialmente si no refleja con precisión las características de la casa. "Si la casa no está a la altura de lo que ese nombre implica, en realidad podría ser contraproducente", destacó Lucian Cook, jefe de investigación de Savills. "Pero cuando tienes una casa que sí cumple con los requisitos, entonces la elección del nombre puede ser muy importante. Se suma a la historia de la casa y, por lo tanto, puede aumentar el vínculo emocional con la propiedad".
Para el caso de ‘The Manor House’, Cook afirma que "definitivamente hay algo en la forma en que se describe que aumenta la prominencia y la estatura de la casa. La simple frase de tres letras refuerza las credenciales de la casa como una mansión destacada dentro de un área".
La investigación de su equipo analizó los nombres asociados con las ventas en los últimos cinco años, en los cuales una de cada cinco ventas fue por más de un millón de libras, y confirmó que muchos de los nombres de las propiedades que alcanzan los precios más altos están vinculados al antiguo sistema feudal británico, la religión, la mitología, la cerveza o la naturaleza.
Los nombres están vinculados a tipos específicos de propiedades históricas, que tienden a venderse ya por sí por precios elevados debido a su antigüedad y tamaño. El valor principal de la casa parte de su naturaleza, el tamaño, la ubicación, su estado de conservación, por supuesto, pero el nombre “tiende a darte una idea de la procedencia de la casa desde una perspectiva histórica”, agrega el experto.

‘The Old Rectory’ o ‘Old Vicarage’, que se podría traducir como la antigua rectoría o casa del párroco y entre la antigua vicaría o casa parroquial, figuran entre los cinco nombres de viviendas más caros con precios promedio entre 1,3 millones y 1,08 millones de libras, respectivamente. Es decir, entre 1,5 millones y 1,25 millones.
Pero algunos de los hallazgos del estudio sugieren que los nombres de las casas también juegan un papel en la estimulación de la imaginación, pintando una imagen en la mente de los compradores que podría hacer que una casa parezca particularmente atractiva.
Nombres como Oast House, Mill House y Malthouse (el secadero, la casa del molino o maltería) sugieren un estilo arquitectónico particular vinculado a la elaboración de cerveza en Gran Bretaña. Mientras otros nombres como Timbers (Maderas) o Mallards (Pato Real) ocupan el tercer puesto entre los precios de venta más altos, con 1,16 millones de libras, unos 1,35 millones de euros.
En definitiva, el estudio añade que se puede esperar que una casa que tiene un apodo tenga un precio más alto que una que tiene un número. "Particularmente en entornos suburbanos, el simple hecho de contar con un nombre sugiere que tal vez tenga un grado de prestigio que en algunas circunstancias puede aumentar las ganas de poseerlo", concretó.
Una encuesta de 2019 realizada por onthemarket.com encontró que los británicos pagarían hasta 50.000 libras más (58.200 euros) más por casas en calles con nombres solemnes, como Royal, Palace, King o Queen (Real, Palacio, Rey o Reina). De manera similar, un estudio realizado por la agencia inmobiliaria londinense Wetherell encontró que las direcciones más buscadas pueden sumar hasta un 40% más al precio de una vivienda.
En el mercado de la vivienda británico no se puede cambiar el número de una vivienda, ni eliminar la dirección de la casa, pero se puede seguir un procedimiento para agregar formalmente un nombre a la propiedad.
Una propiedad que ya tiene un nombre puede cambiarlo oficialmente comunicándose con el ayuntamiento para solicitar permiso. Si el nuevo nombre de la casa se considera adecuado y no duplica un nombre ya existente en el municipio, el propietario puede pagar una pequeña tarifa para modificarlo, después de lo cual Royal Mail registrará formalmente el cambio.
“Incluso si está en una calle con muchos números, agregarle un nombre en algunas circunstancias aumentará su caché. Mientras la casa esté a la altura de la facturación, se pueden esperar algunas diferencias en el valor", concluye Cook.
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