Casi cuatro mil empresas se dedican en la provincia de málaga a la intermediación en la venta de casas y solares. Las agencias inmobiliarias doblan el número de peluquerías y multiplican por tres el de papelerías y casi por siete el de panaderías censadas en la provincia. Cifras que dan idea de la proliferación de este negocio que hasta hace unos años estaba más bien concentrado en la capital y grandes poblaciones los motivos son variados. Por un lado, el auge de la construcción ha generado un gran dinamismo en el sector inmobiliario. Otro factor ha sido la liberación del sector. Hasta hace dos años los únicos profesionales acreditados para realizar la intermediación inmobiliaria eran los agentes de la propiedad, que debían superar un examen para lograr el título que les otorga el ministerio de fomento. Un real decreto liberalizó el sector y hoy día "cualquiera puede montar un chiringuito y ponerse a vender un piso", denuncia el presidente del colegio oficial, Cayetano rengel. Para rengel tanta libertad es perjudical para el sector en general. "Nadie responde de nada de lo que se hace; hay quien está en este negocio sin saber qué es un contrato o cómo se gestiona una hipoteca"
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