El gobierno balear que preside Jaume matas (pp) quiere reconvertir los hoteles y apartamentos turísticos obsoletos en viviendas, que tendrán que tener un mínimo de 90 metros construidos, a cambio de compensaciones fiscales a los promotores de los nuevos proyectos. Además, también impulsará el intercambio de plazas, es decir, los hoteleros deberán comprar plazas turísticas obsoletas para poner en el mercado nuevos establecimientos. Por cada dos plazas inutilizables podrán crearse dos en hoteles de nueva creación. El gobierno balear, que cuenta con el apoyo de la patronal turística, cree que usando este suelo Urbano se podrá evitar el crecimiento en terreno de las islas que aún no es edificable
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