La deuda pública española alcanzará el 74,3% del producto interior bruto (PIB) en 2012, más del doble que en 2007, cuando Marcó un 36,1% del PIB, según previsiones del gobierno. Y los expertos aseguran que habrá que esperar hasta más allá de 2026 para digerir la deuda
Este cálculo, si bien sitúa como lejana la recuperación, se ha hecho con valores “optimistas” según el modelo de recuperación que España vivió en la crisis de los 90: una recuperación de 2,7 puntos del PIB al año. Pero hay algunas diferencias entre la crisis de los 90 y la actual, que hacen que las perspectivas de crecimiento actuales no sean tan esperanzadoras:
En la crisis de los 90 se pasó de un PIB negativo a crecer por encima del 3% durante los ocho años siguientes, en parte por la explosión del sector inmobiliario, algo que en el momento actual no se espera que ocurra. Además, el déficit público de entonces no era tan elevado, casi cinco puntos inferior al actual y la deuda llegó a aumentar 21 puntos, cuando ahora se espera lo haga en más de 28
Ante esta situación, Guillermo de la dehesa, presidente del centre for economic policy research (cepr) encuentra un punto positivo, que España tiene un nivel de impuestos y gasto público sobre el PIB inferior a otros países europeos, lo que da cierto margen para si es necesario usar esta vía para hacer frente al pago de deuda
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