El plan de alojamientos turísticos del Ayuntamiento de Barcelona, con un amplio consenso, está a la espera que ERC ceda con la consulta ciudadana que quiere convocar y usa de moneda de cambio para votar a favor del plan. Aun, así, ayer la teniente alcalde Janet Sanz compareció ayer ante la prensa para dar un soplo de confianza comunicando el amplio consenso que goza el Plan Especial Urbanístico Alojamientos Turísticos (PEUAT), que este próximo miércoles iniciará el trámite de aprobación definitiva.
Para poder disponer de ese consenso ha sido necesario trabajar y dialogar con todos los grupos municipales e incorporar varias correcciones al texto inicial para que dispusiera de una aprobación por todas las partes. El partido de la oposición (ERC), por su parte, solo dará la aprobación si se celebra una consulta ciudadana en la que se ceda a los vecinos barceloneses la potestad sobre tres proyectos hoteleros en el punto de mira: el hotel Rec Comtal (un proyecto casi finiquitado que se aprobó en la anterior legislatura), el de Drassanes y el albergue juvenil de la Vila Olímpica. Sanz, por su parte, ha insistido que no puede dar vía libre a esas consultas porque “no podemos trasladar a los ciudadanos una tema que es de carácter judicial y legal. No se puede revocar una licencia a través de una consulta”, reitera Sanz.
El gobierno municipal ha declarado estar estudiando “uno por uno” los casos que ERC pone sobre la mesa para saber cómo actuar y hablando con vecinos para ampliar miras sobre el asunto y saber atenderlo desde todas las perspectivas. “ERC sabe perfectamente por qué no pueden llevarse a cabo las consultas”, manifiesta la teniente alcalde. ERC, en cambio, sigue sin dar su brazo a torcer. En declaraciones que hizo a la prensa el domingo, no entendía por qué “niegan la consulta a la ciudadanía” e insistió que no aprobarán el plan si no entra esta condición en el plan.
Janet Sanz no contempla, por eso, que el plan no se apruebe, tal y como declaró ayer, aunque siga necesitando votos para su aceptación. Por ello, han incorporado nuevos puntos con los que acordar las reglas del crecimiento del mercado hotelero en Barcelona.
Lo que Sanz llamó "mejoras" al PEUAT son:
- Cambios en la regulación por zonas. Con estas incorporaciones al redactado, han ampliado las zonas de restricciones, tal y como solicitaron los grupos municipales de ERC y CUP. La primera y segunda zona, básicamente el centro histórico de la ciudad y parte del Eixample, se mantienen con las restricciones de plazas hoteleras y la tercera zona, más periférica, permitirán un crecimiento contenido para descongestionar el centro de la ciudad. Cabe recordar que, hasta ahora, el Ayuntamiento se posicionaba en contra de autorizar más licencias en la zona 3.
- Obras de renovación de alojamientos turísticos. La modificación en este punto del texto nace de una demanda expuesta por los grupos CiU, ERC y C's, y con la que se permitirán todas las actuaciones y obras excepto las grandes rehabilitaciones que comporte derribar edificios y/o no superen más del 70% de reforma del inmueble. De esta forma, el redactado es más nítido que en un inicio, donde era más confuso el límite de obras.
- Prohibición de más pisos turísticos. Uno de los puntos claves que aborda el plan seguir con la línea de no permitir más pisos turísticos en el centro de la ciudad. La intención del gobierno municipal es trasladar estos pisos a zonas de decrecimiento (zona 3) para descongestionar las zonas 1 y 2, siempre y cuando no entren en conflicto con pisos residenciales. Esto es, situar este tipo de pisos en edificios exclusivos para uso turístico. Sanz ha querido subrayar en este punto la intención de "proteger la vivienda residencial d elos vecinos barceloneses".
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