Con mucho retraso, Ada Colau desencalla uno de los proyectos de vivienda protegida más polémicos de los últimos años en Barcelona. El Ayuntamiento de Barcelona, a través del Instituto Municipal de la Vivienda y la Rehabilitación (IMHAB), acaba de poner en marcha la construcción de dos bloques de vivienda pública en el ámbito de la prisión de Trinitat Vella, en el distrito de Sant Andreu.
Las obras, muy esperadas desde hace décadas por los vecinos y vecinas, permitirán realojar las familias residentes en los edificios afectados por la renovación urbana del ámbito. La colocación simbólica de la primera piedra, efectuada el miércoles 5 de octubre y encabezada por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, oficializa el arranque de la primera fase, que consta de 41 viviendas y que ya debería estar construido.
En la parte inicial del proceso, la cuarentena de viviendas irán destinadas a realojar las familias residentes que actualmente viven en edificios del entorno en condiciones de habitabilidad precarias. El proyecto de este primer bloque, a cargo de TAC Arquitectes, constará de una segunda fase, que se podrá empezar a ejecutar una vez se derrumbe por completo la prisión, y que contará con 35 viviendas. Aun así, el proyecto del segundo bloque, redactado por Mipmarí Arquitectura i Disseny y el Estudio Álvarez-Sala, se pondrá en marcha en los próximos meses y estará formado por 53 viviendas más.
Barcelona ‘paga’ su deuda
La promoción de Trinitat Vella, con un total de 129 viviendas previstas, corrige un agravio histórico para los vecinos y vecinas del barrio, y es posible gracias a la reanudación del traslado de las antiguas prisiones de Wad-Ras y Trinitat Vella hacia la Zona Franca. La prisión de la Trinitat, inaugurada el 1964, se ha adaptado a varios usos a lo largo de su historia, hasta ser parcialmente derrocada el 2009.
Esto no pasó de ser un acto simbólico. Han tenido que pasar 13 años más para que arranquen las primeras obras de construcción vinculadas a la desaparición de la prisión. Por el camino, tras diversos desencuentros y contratiempos, la Generalitat y el Ayuntamiento firmaron en el 2017 un convenio para clausurar las tres instalaciones y abrir las de la Zona Franca. La Modelo se cerró ese mismo año.
La aparición de metales pesados en el subsuelo de las parcelas donde se construirán los dos centros, que obligaba a descontaminarlas, demoró otra vez el proceso.
La promoción de vivienda pública en los entornos de la prisión se suma al resto de actuaciones que se han llevado a cabo en este barrio, como la renovación de la plaza de la Trinitat Vella y la calle Galicia, la creación de la Plaça de los Niños, la mejora del CEM Trinitat Vella y el proyecto del nuevo centro de vida comunitaria.
En el acto, la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, enfatizó la deuda histórica que tenía el Ayuntamiento con este barrio, y ha resaltado todos los obstáculos que se han tenido que superar para que el proyecto llegara a ver la luz de forma definitiva.
1 Comentarios:
El titular de esta noticia quizás no sea del todo correcto, o al menos se presta a confusión. Ada Colau, no paga "su deuda". Ada Colau cumple con los compromisos que adquirieron otros, y paga la deuda de Barcelona con estas personas. Con retraso por parte de otros. Cabe recordar que Ada Colau, una de las Alcaldesas de España que más está haciendo por garantizar el acceso a la vivienda de las personas, está al frente del ayuntamiento desde 2015, y que se está encontrando con muchos obstáculos, pero no dejan de luchar para que sea una realidad. Así es que, al menos yo o veo así, hay que darle las gracias por todo lo que está haciendo, aunque a veces no lo tenga fácil, ya que defiende los intereses de las personas y a veces chocan con los intereses de especuladores y grandes tenedores de vivienda.
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