Una casa con vistas a la naturaleza en Washington premiada por los arquitectos

Que una casa de invitados puede ser un espacio maravilloso es una realidad. Sí, es cierto que, a veces, se considera una casa de invitados como un lugar en el que alguien va a estar de forma provisional, durante poco tiempo, por lo que no se le presta tanta atención como una vivienda principal. Y eso es precisamente lo que no ocurre en este ejemplo del que vamos a hablar a continuación: una fantástica casa de invitados de 125 m2 que complementa a su hermana mayor de 278 m2. Con el nombre de Henry Island Guesthouse, fue premiada por el American Institute of Architects.

Vista trasera Aaron Leitz and Benjamin Benschneider.

El trabajo lo realizó el estudio de arquitectura Bohlin Cywinski Jackson, que diseñó esta casa de invitados con amplias aberturas y cálidos materiales terrosos. Como hemos señalado, se trata de una extensión de una vivienda privada ubicada en una isla bastante apartada en el noroeste del Pacífico. La casa principal fue construida en 2012 por el mismo estudio, y la casa de invitados se añadió recientemente a la propiedad de casi 10 hectáreas en la isla Henry, parte del archipiélago de las islas San Juan, frente a la costa del norte de Washington.

"Cuando los nuevos propietarios adquirieron la propiedad en 2016, nos contrataron para realizar adiciones al sitio que respetaran el carácter natural de la isla escasamente poblada", dijo el estudio. Y, la casa de invitados resultante es un espacio flexible que puede alojar a familiares y amigos cuando vienen de visita durante estancias prolongadas. De forma rectangular, la estructura cuenta con una sala de estar principal y dos dormitorios.

Aaron Leitz & Benjamin Benschneider.

La casa de invitados se encuentra en una colina por encima de la casa principal, lo que permite mantener cierta conexión con ella, al tiempo que garantiza una sensación de privacidad. De hecho, sobresale parcialmente sobre el terreno, ya que se ha construido en una pendiente suave. La pendiente permitió anclar un extremo del edificio en la tierra y volar el otro por encima del nivel del suelo, minimizando la perturbación del suelo al tiempo que se crea un carácter distintivo para cada uno de los dos dormitorios", dijeron los arquitectos.

Ambos dormitorios ofrecen vistas únicas. Uno de ellos da a la bahía, mientras que el otro permite vistas a los bosques y crea un ambiente más acogedor e íntimo. La paleta de materiales para la casa incluye abeto Douglas, cedro, vidrio y acero.

Dormitorio Aaron Leitz and Benjamin Benschneider.

En el borde del bosque con vistas a la residencia principal, se encuentra lo que estudio denomina “la cabaña de juegos”. Se trata de un espacio que realiza las funciones propias de un centro de actividades recreativas. “El borde este de la plataforma contiene una bañera de hidromasaje personalizada, mientras que un volumen revestido con paneles de fibrocemento rojo, que recuerda a los de la residencia principal, contiene un vestuario y un bar de cócteles”, explican.

Detalle de la entrada Aaron Leitz and Benjamin Benschneider.

Este diseño arquitectónico combina la integración con el entorno natural con una estética moderna y elegante, proporcionando a los huéspedes un espacio acogedor y cómodo desde el cual pueden disfrutar de las vistas panorámicas y la belleza del paisaje circundante.