
La transformación digital no deja de avanzar y ya ha llegado a casi todos los ámbitos de nuestra vida, entre los que se encuentran las viviendas y los edificios residenciales. De esta forma, el número de edificios inteligentes, también conocidos como 'smartbuildings', se prevé que alcance los 115 millones para 2026, según un estudio de Juniper Research.
En el caso de que se alcance dicha cifra, esta supondría un aumento del 150%, ya que en la actualidad se calcula que existen alrededor de 45 millones de edificios con tecnologías de construcción inteligente ya implementadas.
Seis claves sobre los edificios residenciales en el futuro
Los 'smartbuildings' mejoran la calidad de vida de sus habitantes y reducen el consumo energético, además de aumentar la seguridad. Por ello, la compañía Debos nos ha proporcionado las seis claves sobre cómo serán y se gestionarán los edificios residenciales en 10 años.
Una construcción inteligente
En primer lugar, los edificios se construirán de manera inteligente, lo que proporcionará la opción de implementar el trabajo en remoto y evitará la presencialidad que hasta ahora parece necesaria en este campo. Los sistemas basados en la nube facilitarán a los jefes de obra automatizar procesos de control y operaciones y monitorizarlas en remoto.
Mayor protagonismo de la funcionalidad
La funcionalidad cobrará especial importancia en estos edificios, ya que tienen como prioridad facilitar y mejorar la vida de sus habitantes. Por ello, los futuros 'smartbuilding' se construirán de materiales que aprovechen los recursos naturales.
Disminución del precio de las facturas de la luz
Las facturas de la luz disminuirán, ya que los edificios permitirán controlar, regular y automatizar el consumo y los suministros de agua, luz y gas con sistemas inteligentes. En la actualidad, la Comisión Europea calcula que las viviendas son responsables de cerca del 40% del consumo total de energía y del 36% de las misiones de carbono, lo que pone en evidencia su falta de eficiencia.
Edificios más seguros
La seguridad dejará de ser una causa de preocupación. Los edificios estarán diseñados para proteger a las personas que los habiten mediante controles de acceso al edificios digitalizados. Además, podrán contar con sistemas de detección de emergencias que reducirían los tiempos de reacción actuales.
La ciberseguridad será clave
En cuanto a la ciberseguridad, que preocupa a empresas y Administraciones Públicas por el posible aumento de ciberataques tras la digitalización, esta cobrará un papel fundamental en los edificios inteligentes. Los sistemas estarán completamente blindados para minimizar cualquier ataque que pueda poner en peligro su habitabilidad.
Sistemas centralizados
La centralización de los sistemas será una realidad. Los 'smartbuilding' contarán con un único ecosistema que conecte todas sus funcionalidades, desde la apertura de accesos, hasta el videoportero o notificaciones de alarmas de incendios, todo a través de una 'app' en el móvil.
En resumen, el futuro de la vivienda son los edificios inteligentes “que permitan a las personas interactuar con ellos de forma sencilla y natural”, como ha destacado Ignacio de Martín, CEO de Debos. A pesar de ello, ha señalado que el mercado actual no cuenta con una solución que integre todos estos elementos, lo que impide “poner al usuario y a su confort en el centro”.
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