En entornos urbanos, especialmente en zonas concurridas, los patios interiores permiten a los habitantes disfrutar de espacios tranquilos, llenos de luz y aire, mientras se protegen del bullicio exterior. Esta tipología de vivienda con patio interior privado no viene de nuevo y siempre ha estado presente en todas las civilizaciones humanas, siendo las sociedades romanas y árabes las que mejor entendieron su funcionalidad y las que lo tomaron como una parte esencial de la vivienda.
Esta tradición arquitectónica ha seguido hasta nuestros días y, en muchas viviendas unifamiliares, encontramos estos patios interiores. Por poner un ejemplo actual, nos dirigiremos a Silicon Valley, donde se encuentra la Casa Modal, la cual es un claro ejemplo de cómo un patio interior protege a sus ocupantes del ruido sin sacrificar la conexión con el exterior.
Una barrera contra el ruido
La Casa Modal, diseñada por Schwartz and Architecture, está situada en la localidad de Menlo Park (California), se encuentra en un cruce transitado y frente a un instituto, lo que generó la necesidad de encontrar soluciones arquitectónicas que mitigaran el ruido sin comprometer la calidad de vida de sus habitantes.
Para esto, el estudio optó por un enfoque poco convencional: en lugar de alejar la casa del ruido hacia el fondo del terreno, como sería habitual, decidieron colocar la vivienda en la parte delantera del solar, creando una sólida barrera que funciona como "muro acústico". Este muro, de 4,3 metros de altura, está construido con hormigón encofrado y fue diseñado tras un estudio de decibelios para asegurar que el nivel de ruido fuera aceptable para la familia.
Este muro es el principal protector de la casa frente al ruido de la calle y del instituto cercano. Las fachadas que dan a la calle presentan aberturas limitadas, algunas de ellas con vidrio esmerilado, lo que refuerza la idea de aislamiento sonoro. Según el equipo de diseño, este "claustro urbano" crea un espacio completamente volcado hacia el interior, permitiendo a sus habitantes disfrutar de un ambiente tranquilo sin contacto directo con el bullicio exterior.
Luz natural y detalles luminosos
A pesar de la barrera visual y acústica hacia el exterior, los diseñadores se aseguraron de que la Casa Modal no careciera de luz natural ni de ventilación adecuada. Desde el diseño de las aberturas estratégicas hasta los recortes en el tejado, todo está pensado para maximizar la refrigeración cruzada durante los meses más cálidos y para permitir que la luz del día inunde los espacios interiores.
"Cada elemento del diseño se centró en intensificar los matices efímeros de la luz natural a lo largo del día", explican en el estudio. Estos detalles luminosos compensan la ausencia de vistas directas hacia el exterior, generando una sensación de serenidad y confort dentro de la vivienda. La luz juega un papel protagonista en la creación de un ambiente acogedor y relajante, que es uno de los principales atractivos del patio interior.
La casa se distribuye en una sola planta, con una clara separación entre las zonas comunes y privadas. En el lado sur se encuentran los espacios de estar, que incluyen una sala, un comedor y una cocina abierta. La otra mitad del plano está destinada a los dormitorios. El patio interior no solo conecta visualmente todas las áreas de la vivienda, sino que también mejora la sensación de amplitud en un terreno relativamente pequeño.
La elección de los acabados interiores, como los suelos de hormigón, la carpintería de madera y las encimeras de mármol, refuerza el carácter minimalista y acogedor del espacio. Incluso en los baños, donde se utiliza un diseño de baldosas rojizas y azulejos que parecen agrietados intencionadamente, se presta especial atención a los detalles.
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