
La morosidad es un término financiero que hace referencia al incumplimiento de pago de una deuda en el plazo establecido. Cuando una persona física o jurídica no abona su obligación en la fecha pactada, pasa a ser un moroso. Sin embargo, para que esta situación tenga validez legal, debe existir un documento que certifique la deuda. Te contamos todo sobre la tasa de morosidad.
¿Qué es la tasa de morosidad?
La tasa de morosidad es un indicador financiero que mide el porcentaje de créditos considerados de alto riesgo dentro de una cartera total. Es utilizada por bancos, entidades financieras e inversores para evaluar el nivel de riesgo crediticio y la solvencia.
En términos simples, este indicador refleja la proporción de préstamos que no han sido pagados en los plazos acordados y que, por lo tanto, se consideran de alto riesgo o en situación de incumplimiento.
¿Cómo calcular la tasa de morosidad?
La tasa de morosidad se determina al dividir el valor de los préstamos o créditos dudosos/morosos, entre el valor total de los créditos concedidos.
Ratio de morosidad = préstamos morosos / préstamos totales
Un crédito dudoso es aquel con una antigüedad superior a 90 días sin pago o aquel en el que se sospecha que no se va a cobrar, ya que el deudor no podrá cumplir con su obligación.
Ejemplo de cálculo de la tasa de morosidad de un inquilino
Para evaluar el riesgo de morosidad de un inquilino en función de su situación económica, se pueden utilizar indicadores como el ratio de endeudamiento y la carga financiera.
Ratio de endeudamiento: Este indicador mide qué porcentaje de los ingresos del inquilino están comprometidos con deudas
Ratio de endeudamiento = (Total deudas mensuales / Ingresos netos mensuales) x 100
- Carga financiera por alquiler: Este indicador muestra qué porcentaje de los ingresos del inquilino se destinan exclusivamente al pago del alquiler
Carga financiera = (Alquiler mensual / Ingresos netos mensuales) x 100
Ejemplo aplicado a un inquilino
Pongamos que los ingresos netos mensuales del inquilino son 2.500 euros y para un alquiler mensual de 900 euros. Además, este debe hacer frente a otras deudas, lo que supone un total de 700 euros.
El cálculo del ratio de endeudamiento sería el siguiente:
Ratio de endeudamiento = (900 + 700) / 2.500 × 100
Ratio de endeudamiento = (1.600 / 2.500) × 100 = 64%
El cálculo de la carga financiera por alquiler se refleja de la siguiente manera:
Carga financiera = (900 / 2.500) × 100 = 36%
Asimismo, la interpretación del riesgo es:
- Ratio de endeudamiento del 64%: Alto riesgo. Siempre se recomienda que el total de deudas no supere el 40% de los ingresos.
- Carga financiera del 36%: En el límite. Lo ideal es que no supere el 30%- 35% para evitar dificultades en el pago del alquiler.
¿Qué mide el indicador de morosidad?
El indicador de morosidad mide el nivel de incumplimiento dentro de una cartera de créditos o de acreedores. En el sector del alquiler de pisos, este indicador evalúa los impagos que existen y si estos representan una amenaza que comprometa el pago de la renta. Por ejemplo, una persona que debe a una entidad 4.000 euros y que está pagando la deuda con una cuota mensual de 200 euros, podría tener dificultades para pagar un alquiler de 1.000 euros.
Un alto índice de morosidad puede indicar:
- Dificultades económicas en los prestatarios
- Prácticas de otorgamiento de créditos poco rigurosas
- Problemas económicos que afectan la capacidad de pago
¿Qué hacer si el índice de morosidad es alto?
Cuando el índice de morosidad es elevado, hay que implementar estrategias para reducir el riesgo de impago, por ejemplo:
- Evaluación de inquilinos o prestatarios: Antes de otorgar un crédito o ceder un piso en alquiler, es fundamental analizar la solvencia del solicitante.
- Políticas de cobro seguras: Establecer plazos y condiciones claras para el pago, así como penalizaciones por retraso.
- Seguimiento: Realizar recordatorios de pago y mantener contacto con los deudores para evitar incumplimientos prolongados.
- Reestructuración de deuda: Negociar nuevos plazos o condiciones de pago con personas con dificultades para pagar. Es mejor que un inquilino vaya pagando lo que debe a que deje de pagar por completo.
- Medidas legales: En casos extremos, recurrir a la vía judicial para recuperar las deudas pendientes.
- Mecanismos de protección: En el caso de los inquilinos morosos, es recomendable contar con seguros de impago o exigir avales como garantía.
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