Con la proliferación de los inquilinos morosos debido a la laxitud de las leyes españolas, el seguro de solvencia es una de las mejores formas que tienen los propietarios para defender sus intereses y su propiedad alquilada.
Por ello, contar con este seguro, que garantiza la solvencia del inquilino, es cuando menos aconsejable. Te contamos todo lo que necesitas saber al respecto.
¿Qué es un seguro de solvencia?
Se trata de un sistema que permite analizar la salud financiera del futuro arrendatario. A través de diversos mecanismos, se analizan sus ingresos, su historial económico y su estabilidad laboral. Gracias a esta evaluación, el arrendador puede tomar decisiones en función de datos objetivos y no solo en la impresión personal de una entrevista.
Tipos de seguros de solvencia
Aunque el término puede parecer general, en realidad engloba varias modalidades adaptadas a distintas necesidades:
- Seguro de evaluación previa: Diseñado para realizar un análisis antes de firmar el contrato de alquiler. Permite valorar la conveniencia de aceptar o no a un inquilino en función de su perfil económico.
- Seguro con seguimiento financiero: Incluye una supervisión continua durante la vigencia del contrato. Si se detecta una bajada en la capacidad de pago, el propietario es avisado.
- Seguro combinado con cobertura por impago: Este modelo es el más completo, ya que analiza la solvencia del candidato a la par que responde económicamente en caso de que se produzcan impagos. Es la opción más efectiva, pero puede tener un coste de contratación superior respecto a otras.
- Seguro para renovaciones contractuales: Pensado para contratos de alquiler de larga duración. Antes de renovar, se reevalúa la situación financiera del inquilino para confirmar que no ha habido cambios negativos.
¿Para qué sirve el seguro de solvencia?
Contar con este tipo de seguro ofrece múltiples beneficios a los arrendadores:
- Prevención de impagos: Un estudio detallado permite detectar posibles dificultades económicas desde el principio, evitando así conflictos futuros.
- Seguridad económica: Minimizar el riesgo de impago ayuda a garantizar ingresos estables, algo vital para quienes viven del alquiler o necesitan los rendimientos de un piso.
- Menos gastos legales: Los procesos de desahucio por impago son largos y tediosos. Un seguro de solvencia reduce notablemente la probabilidad de enfrentarse a este tipo de situaciones.
- Mayor confianza al negociar: Utilizar herramientas como la Base de Datos de Inquilinos Morosos (BDMI) refuerza la posición del propietario, permitiéndole establecer condiciones y exigir garantías.
Seguro de solvencia: una necesidad en tiempos de incertidumbre
En un entorno económico marcado por la incertidumbre, la inflación y la precariedad laboral, los impagos en el alquiler son cada vez más comunes. Los 'inquiokupas' y los inquilinos morosos abundan. Por eso, muchos propietarios han dejado de confiar únicamente en una nómina o una buena primera impresión.
Disponer de información fidedigna sobre el perfil financiero del inquilino puede marcar la diferencia entre un alquiler estable o un auténtico quebradero de cabeza. En este contexto, los seguros de solvencia dejan de ser una opción secundaria para convertirse en una herramienta imprescindible.
¿El seguro de solvencia es compatible con otros seguros?
Sí, este tipo de cobertura se puede complementar con seguros de impago de alquiler o seguros multirriesgo para el hogar. Mientras que estos últimos se activan una vez ocurrido el impago, el seguro de solvencia actúa antes, evitando que el problema llegue a producirse.
La combinación de ambas permite a los propietarios disfrutar de una mayor seguridad y tranquilidad durante toda la duración del contrato de alquiler.
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