Comentarios: 1

El anteproyecto de ley de apoyo al emprendedor contempla que se puedan crear empresas en España con un capital social mínimo de sólo un euro en lugar de los 3.000 euros que se necesitan hoy en día. A cambio, los fundadores de las empresas no podrán repartir dividendo ni conceder créditos a terceros mientras la compañía no esté convenientemente capitalizada

El gobierno permitirá que cualquier empresa pueda ponerse en marcha con un euro y después vaya desembolsando el capital social restante poco a poco, ya que existen datos que confirman que los primeros cinco años de actividad es cuando existe más riesgo de fracaso, según señala el diario cinco días citando fuentes cercanas al proyecto

Además, esta ley permitirá reducir las licencias administrativas que se necesitan para montar una empresa en España y para poder desarrollar la actividad. España se encuentra en el puesto 150 del mundo donde es más fácil iniciar una actividad empresarial, es decir, se encuentra en los últimos puestos, algo que se quiere mejorar

Por otro lado, la futura ley también pretende mejorar la financiación a empresas. Pretende impulsar las entidades de capital riesgo, las sociedades de garantía recíproca e incluso prevé la creación de fondos de capital riesgo mixto público-privados. A esto se sumará los incentivos fiscales que habrá para las compañías en sus primeros años de vida y un mercado de pagarés donde puedan obtener financiación, a través de pequeñas emisiones de deuda
 

Ver comentarios (1) / Comentar

1 Comentarios:

7 Marzo 2013, 11:00

El camino es dejar que los fenómenos se decanten por su propio peso y que la pandemia del desempleo continúe su expansión de tal forma que los salarios finalmente se hundan. Esta es la opción que parece seguir el gobierno, quien ve con beneplácito el aumento del desempleo dado que ayudará a disminuir los salarios reales y bajar el consumo. Ambos efectos: la caída de los salarios y la disminución del consumo, permitirán revertir la balanza comercial dado que las exportaciones se harán más competitivas mientras las importaciones sufrirán un disminución significativa… a costa, por cierto, del hambre en España.

Por eso que la opción del gobierno es en verdad la más cómoda: no hacer nada para que todo se decante por su propio peso y siga aumentando el desempleo y el desplome del producto interno bruto. Pero esta opción tiene muchos riesgos y ante la imposibilidad de ajustes reales, el desempleo y la erosión en la capacidad productiva está dando lugar a un grave deterioro del tejido social y político. Un deterioro que se hace insostenible a la hora de pretender mantenerlo por otros cinco o diez años. Todo esto indica que tarde o temprano los países GIPE deberán hacer abandono del euro. España no será el único país en tomar esa decisión. Pero bien le valdría ser el primero.

Para poder comentar debes Acceder con tu cuenta