En Japón los rascacielos no acaban demolidos, se los ‘come’ un novedoso y sorprendente sistema que los va desmontando planta a planta hasta los cimientos. Este proceso, desarrollado por la empresa japonesa Taisei Corporation y que ha sido bautizado como TECOREP (Taisei Ecological Reproduction System), es mucho más sostenible que la tradicional piqueta o los explosivos ya que es capaz de reducir la cantidad de polvo y escombros en hasta un 90%. Además, también limita la contaminación acústica reduciendo el ruido en 20 decibelios.
Eso sí, quizá la única pega es que es más costoso y algo más lento que otros métodos: para edificios de más de 100 metros de altura, el proceso de desmontaje piso a piso puede durar en torno a seis meses con un ritmo medio de una planta cada cinco días. Eso sí, es mucho más seguro, sobre todo en ciudades densamente pobladas en las que una explosión, aun siendo controlada, podría generar daños en estructuras cercanas.
¿Cómo funciona? Lo primero es realizar un túnel vertical en el centro del edificio que permita subir las excavadoras a los pisos superiores y bajar los escombros. Un equipo de operarios va desmontando las plantas superiores sin debilitar la estructura principal del edificio apuntalando cada planta y en la parte de abajo otro grupo se deshace de los escombros de manera ordenada.
Para poder comentar debes Acceder con tu cuenta