Esta vivienda es capaz de cumplir los sueños de los amantes de los espacios amplios, diseños minimalistas y el placer de disfrutar de unas espectaculares vistas al mar, con una guinda en su piscina infinita, nada que envidiar al mejor hotel. Esta casa de ensueño se encuentra en la costa de la prefectura de Kanagawa en Japón, la segunda más poblada tras Tokio.
Una segunda residencia, diseñada por el arquitecto Shinichi Ogawa en busca de la luminosidad y con un solo color, el blanco que se impone en cualquier parte del inmueble. Su fachada principal parece un mural, pero al entrar en la casa, sus dos alturas acaban en grandes ventanales que dan al océano Pacífico. Otras de las características de la casa es su gran escalera en espiral. Pero lo mejor de todo es su piscina infinita, para relajarse y descansar.
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