
Este miércoles se ha celebrado la junta de accionistas de Merlin en la que se ha aprobado la reelección del consejero delegado, Ismael Clemente, como consejero de la sociedad, así como el reparto de un dividendo de 0,25 euros. Clemente ha realizado una radiografía de la compañía en la que ha destacado la venta del paquete de oficinas del BBVA, que supondrá una reducción de la deuda de la socimi y un impulso para la inversión en los 'data center', la gran apuesta de la compañía en los próximos cinco años.
En estos momentos, este tipo de activos no representan ni un 1% dentro del portfolio de la compañía, pero el objetivo es alcanzar el 15% a finales de 2026 o comienzos de 2027, según ha asegurado el propio CEO de Merlin. En la actualidad, la cartera está repartida de este modo: 57% oficinas, 20% centros comerciales, 16% logística y un 7% de otros activos entre los que se encuentra la participación de la compañía en Madrid Nuevo Norte. Los pronósticos para los próximos cinco años hablan de acabar con un 50% de oficinas, un 20% de logística, un 15% de los ya mencionados 'data centers' y otro 15% de centros comerciales.
Clemente se ha mostrado muy esperanzado con la llegada de los 'data center' e incluso ha arrojado la cifra de rentas que estos activos deberían de aportar a la compañía cuando estén construidos los cuatro centros planificados: 75 millones de euros. Hasta ahora, la socimi ha conseguido la primera licencia en País Vasco para construir su primer centro de datos e incluso tiene un operador que comenzará su actividad cuando esté listo a finales de 2023. Ahora, está pendiente de nuevas licencias en Barcelona, Getafe y Lisboa, que prevé conseguir este mismo año, aunque el CEO de Merlin ha recalcado que son estimaciones porque todo depende de la administración pública.
Con respecto al pasivo de la compañía, Clemente ha anunciado un nuevo calendario debido a la venta de oficinas del BBVA. De hecho, ha avanzado que próximamente llevará a cabo una operación de deuda para trasladar el vencimiento de un bono de 745 millones de 2023 a después de 2030, lo que permitiría despejar los próximos 2 años de vencimientos significativos de deuda.
Además, el directivo ha anunciado que el propósito de la compañía es entregar el dividendo extraordinario vinculado a la venta de las oficinas de BBVA entre los próximos meses de julio y septiembre. Este pago será de 315 millones de euros o de 0,67 euros por acción.
Fin a las tensiones entre Clemente y Santander
Entre los 11 puntos del día aprobados, destaca la reelección de Clemente como consejero ejecutivo, toda vez que el plazo de su mandato concluye ahora tras ser reelegido cada dos años desde su primer nombramiento en 2014, y tras la crisis de gobernanza del pasado mes de diciembre, en el que su continuidad se vio amenazada por las dudas que suscitaba su gestión entre algunos accionistas relevantes de la socimi, como Santander.
No obstante, el presidente de la compañía, Javier García Carranza, representante del banco en el consejo de administración, ha asegurado durante su discurso en la junta que todos los consejeros reelegidos "han demostrado su capacidad y cualificación durante el tiempo que han formado parte del consejo".
García Carranza también se ha mostrado satisfecho con los resultados operativos del pasado año, aunque ha admitido que existe ahora un entorno macroeconómico afectado por la inflación, los costes de construcción, los tipos de interés o la situación geopolítica, que podría estrechar los márgenes de la empresa.
Entre el resto de consejeros reelegidos se encuentran de Miguel Ollero, María Ana Forner, Ignacio Gil-Casares, María Luisa Jordá, Ana María García, Fernando Javier Ortiz, George Donald y Emilio Novela. También se ha reelegido a Deloitte como auditor de las cuentas de 2022.
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