El verano es un buen momento para deshacerse de las cosas que nos sobran, de vaciar un poco la casa. Te proponemos un reto, casi más un juego, que, aunque no es nuevo, sí está arrasando en redes: ‘el juego del minimalismo’. Si lo sigues hasta el final, puedes llegar a deshacerte hasta de ¡465 objetos! El reto aumenta su dificultad día a día. Verás por qué. El primer día te deshaces de una cosa, el segundo, de dos; el tercero, de tres…. y así sucesivamente. No es tan difícil y sí muy adictivo.
Te puedes desprender de cualquier cosa que te imagines. No hay restricciones. Todo vale. Ropa, vajilla, mobiliario, toallas, sábanas, cojines, libros… lo que se te ocurra. Eso sí, igual que la Cenicienta tenía que marcharse de la fiesta a medianoche, ese objeto tiene que estar fuera de tu vida a la misma hora. ¿Cómo lo ves? ¿Factible? Nosotros le hemos preguntado a una experta en orden qué le parece.
Un desafío que sirve de entrenamiento
El ‘juego del minimalismo’ hay que afrontarlo de la misma forma que cuando uno empieza a hacer deporte. No sales a correr una hora el primer día, sino que empiezas andando la mayoría del tiempo, intercalando pequeños periodos de trote lento. Esto es lo mismo. El primer día solo tiras una cosa y el segundo, dos. Así, el punto de partida es fácil y te vas entrenando poco a poco; pensando en el objetivo del día siguiente; es decir, de qué vas a deshacerte. Además, como el desafío va aumentando, uno se pica y quiere saber hasta dónde es capaz de llegar.
Para María Gallay, organizadora profesional, fundadora de la empresa Organización del orden y cofundadora de la Asociación de Organizadores Profesionales de España (AOPE), en general “se trata de un método atractivo porque de una manera gradual, sin prisas, uno se va deshaciendo de aquello que no quiere. Eso hace que todo resulte algo más manejable que el hecho de hacer limpieza en un fin de semana, que suele dar bastante más pereza”. Huelga decir que no es necesario llegar a los treinta días para que el reto sea un éxito. Piensa que llegando solo hasta la mitad –quizá sientas que ya no tienes nada más de lo que deshacerte– te habrás desprendido de más de 200 cosas y tu casa estará más ordenada y, seguramente, te resulte mucho más agradable.
¿Qué beneficios tiene deshacerte de cosas?
Ordenar y deshacerse de cosas puede hacerte feliz. ¿Por qué? Pues porque es un proceso personal que te ayuda a tener una mejor calidad de vida. “Saber dónde buscar cada cosa te da tranquilidad y seguridad y te ayuda a combatir el estrés”, se puede leer en la web de profesionales del orden como Elena Miralles, fundadora de la empresa Un mar de orden.
No caigas en el error de pensar que deshacerte de cosas es solo una mera cuestión estética. Tiene también mucho que ver con momentos personales, con darle prioridad y espacio a las cosas que sí te importan en cada momento: una definición que valdría perfectamente para definir qué es el minimalismo en decoración y que, con este reto, vas a logar sin darte cuenta.
Un reto para disfrutar; no del que arrepentirse
Otra cosa importante es que tampoco tienes por qué ceñirte a lo tirar tus cosas a un ritmo determinado. ¿Estás liado entre semana y te encaja mejor dedicar el fin de semana a quitar esas dos decenas de objetos que toca? No pasa nada. Ordena como mejor te convenga. “Como organizadora, te aseguro que no es fácil sacar tantas cosas de casa, ya sea ropa, documentos, botes, libros, cedés o cargadores”, apunta Gallay. Lo dicho: no se trata de que andes con la lengua fuera –nada en lo que tiene que ver con el orden tiene que resultarte un sacrificio–; el reto del orden no es otra cosa que el vehículo para un objetivo último que podríamos resumir en un par de palabras: bienestar y felicidad. Finalmente, es importante no deshacerse de nada de lo que luego te arrepientas.