
En las últimas décadas, no hay ciudad que se precie que no tenga su particular centro de congresos y convenciones. Estas instalaciones se han convertido en un elemento indispensable para toda ciudad moderna que pretenda albergar encuentros al más alto nivel nacional e internacional.
China y su capital, como superpotencia mundial, no iba a quedarse al margen de dicha moda, y ha levantado en Pekín el centro de convenciones más grande la ciudad. Porque, claro, una ciudad con más de 22 millones de almas debe disponer de varios espacios de esta tipología.

El mayor de la ciudad
El Centro Internacional de Exposiciones y Convenciones Capital (CIECC), en Pekín, diseñado por el estudio británico Zaha Hadid Architects, es un edificio de formas fluidas y puentes que conectan los diferentes espacios.
Fue proyectado para dar cabida al creciente número de conferencias internacionales que se organizaban en la ciudad. Su emplazamiento no ofrece lugar a dudas. Está situado en el distrito de Shunyi, cerca del Aeropuerto Internacional de la capital.
Según los arquitectos, es “el mayor y más avanzado recinto de exposiciones y convenciones de Pekín”. Sus interiores albergan la friolera cifra de nueve salas de exposiciones, tres áreas de recepción de entrada, un hotel y un centro de conferencias con capacidad para 9.000 personas.

El edificio destaca por sus fachadas curvas y plisadas revestidas de aluminio con una tonalidad cobre. La entrada principal se realiza por un gigantesco arco que da la bienvenida a los asistentes. Tras su acceso, el vestíbulo da acceso al hotel, el centro de conferencias y un patio exterior que actúa como espacio que conecta y distribuye las diversas instalaciones. A un lado de este patio se ubican cuatro salas de exposiciones y, en el otro, cinco, todas ellas cerradas mediante muros curvos de cristal.
Sobre el patio se extienden transversalmente una serie de puentes en zigzag “concebidos como ‘cintas’ que entretejen todas las instalaciones, conectando las salas de exposiciones, el centro de conferencias y el hotel para facilitar la circulación interior entre los espacios para eventos”, definen en el estudio.

Técnica y eficiencia
Técnicamente, se creó una estructura para la cubierta del recinto muy ligera, con la finalidad de poder crear espacios adaptables y diáfanos para las salas de exposiciones, que sean flexibles y adaptables a las necesidades de los distintos actos que se celebran.

Según explican en el estudio, “el sistema de cubierta compuesta de geometrías simétricas crea una estructura aislada, ligera y de grandes luces que proporciona espacios sin columnas que pueden adaptarse rápidamente a los cambios en las exposiciones y la naturaleza del uso”.
Asimismo, la producción y construcción de estos sistemas modulares permitieron minimizar el tiempo de desarrollo y de instalación, lo que conllevó una inversión y una reducción de costes operativos del centro.

Por otra parte, también se buscó una eficiencia en la circulación de las personas, las mercancías y los vehículos por el interior del centro de convenciones. Para ello, se crearon tres “rutas” distintas en la que dividir y facilitar el tráfico, lo que ofrece una “adaptabilidad óptima y evitar interrupciones en los distintos eventos concurrentes”.

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