Una de las mesas redondas del Premium Real Estate Summit dejó una conclusión clara: España vive una edad dorada del residencial de lujo, pero el reto está en mantenerla hasta 2030. Tres voces destacadas del sector —Luis Valdés (CBRE), Bruno Rabassa Roig (Berkshire Hathaway HomeServices Spain) y Enrique López (Caledonian)— analizaron cómo evoluciona el mercado y qué define el lujo del futuro.
“Madrid está viviendo una época dorada. Nunca he visto nada igual”, afirmaba Valdés. Según el responsable de CBRE, la capital se encuentra en uno de los mejores momentos de su historia reciente en lo que a vivienda de alta gama se refiere, aunque advierte de que aún hay margen para mejorar: “Tenemos que repensar las calidades de la obra nueva. Hay proyectos que se venden a más de 20.000 euros/m2 y fallan en amenities, aparcamientos... y aún así se venden. Madrid tiene la oportunidad de convertirse en una referencia mundial, pero no todo vale”.
Un país con un modelo de vida inimitable
Rabassa coincidió en el diagnóstico optimista: “España vive una época dorada y va a seguir siéndolo. Tenemos elementos que se pueden copiar, pero no emular, como nuestra manera de vivir”. El directivo de Berkshire subrayó el auge de la demanda internacional, especialmente de compradores latinoamericanos y estadounidenses, que ven en España un destino seguro, con clima favorable y afinidad cultural. “El modelo España no es exportable”, aseguró, destacando cómo los nuevos compradores evolucionan desde el barrio de Salamanca hacia zonas como La Moraleja, La Finca o incluso Sotogrande.
López, fundador de la promotora Caledonian, ofreció una visión más crítica: “La gente intenta hacer lujo y muchas veces es la feria de los horrores. Para hacer lujo hay que haberlo vivido”. López denunció la falta de compradores nacionales para el segmento branded y defendió la necesidad de repensar qué significa realmente el lujo en España. “Tenemos que ser capaces de crear un producto superior, refinado".
El lujo de 2030: excelencia, autenticidad y nuevas formas de habitar
De cara a 2030, Valdés apuntó que la clave será “definir el mejor producto”. Inspirándose en tendencias estadounidenses, auguró la aparición de “viviendas accesorias” dentro de la propia propiedad, destinadas a generar valor mediante alquileres o usos complementarios.
Para todos los ponentes, el lujo que viene en España combinará diseño, calidad y experiencia de vida, más allá del precio por metro cuadrado. Como concluyó López: “El lujo no es exclusividad, es refinamiento. Y el reto es hacer productos que aspiren a eso”.
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