El 'think tank' asegura que se está consolidando el fenómeno de la gran 'igualación hacia abajo' del conjunto de los salarios.
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Limpieza en un hotel
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El Gobierno ya está preparando una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional de cara a 2026. Una medida que busca cumplir uno de los compromisos estrella en materia laboral de esta legislatura y que tiene su 'lado oscuro': el estancamiento de los salarios que percibe buena parte de la población.

Eso es lo que denuncia el último informe del Instituto Juan de Mariana, que califica de "simplista" el discurso del Gobierno para defender la subida del SMI, al afirmar que la medida es una cuestión de "justicia social". 

Sin embargo, detalla el 'think tank', "los datos empiezan a dibujar un cuadro menos favorable y más preocupante. Y es que, cuanto más se eleva el SMI, menos crecen los salarios del resto de trabajadores y se consolida un fenómeno cada vez más evidente: el de la gran igualación hacia abajo del conjunto de los salarios". 

El estudio recuerda que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ha registrado una subida histórica en los últimos años. En concreto, "un 32% en términos reales entre los años 2009 y 2023, siendo el aumento del 26% en el periodo directamente imputable a la Administración de Pedro Sánchez (es decir, desde 2018 en adelante). Al medir su peso en términos reales (es decir, ajustado a la inflación), vemos que el salario mínimo ya roza el salario modal –es decir, el salario más frecuente en España-. Y eso, lejos de ser una victoria, es una señal inequívoca del estancamiento salarial que está experimentando el grueso de la población", critica el instituto. 

"El salario más habitual del país es ya prácticamente el SMI"

Para argumentarlo, el centro de estudios recuerda que el SMI se mantenía en el entorno de los 10.000 euros en términos reales cuando llegó Pedro Sánchez al poder, mientras que el sueldo más común por aquel entonces se acercaba a los 18.000 euros, una vez descontada la inflación. Así, un trabajador al uso se embolsaba 8.000 euros más al año que un asalariado que percibía el SMI. 

Sin embargo, esa diferencia se ha reducido drásticamente con el paso de los años. En 2023, el salario modal se situó en en 13.800 euros, mientras que el SMI se situó en 13.370 euros, "convirtiendo lo que antaño era un diferencial de casi 8.000 euros en una brecha de apenas 400 euros", indica el 'think tank'. 

Diferencia SMI y salario modal en España
Instituto Juan de Mariana

 

El Instituto Juan de Mariana insiste en que "el salario más habitual del país es ya prácticamente el salario mínimo" y que "la distancia del 40% que antes existía entre ambas rúbricas se sitúa ahora en el entorno del 3%". 

Diferencia entre el SMI y el salario modal en España
Instituto Juan de Mariana

Y esto ha ocurrido porque "los salarios del tramo central de la distribución -lo que comúnmente se describe como clase media y clase trabajadora- han perdido poder adquisitivo, a base de quedar esencialmente estancados en un contexto de baja productividad, inflación elevada y escaso dinamismo económico. Todo ello mientras el salario mínimo ha subido con fuerza… a golpe de decretazo". 

Como consecuencia, "España se ha convertido en un país en el que cada vez más gente cobra cantidades cercanas al mínimo legal. No se logra una igualdad en la prosperidad, sino que se consolida el igualitarismo de la precariedad", según el centro de estudios. Es, de hecho, es el cuarto país de la OCDE donde menos han subido los salarios reales en las últimas tres décadas, por detrás de México, Japón e Italia. 

Variación de la subida salarial en la OCDE
Instituto Juan de Mariana

 

El informe añade que "cuando el salario mínimo se acerca al salario más frecuente, desaparecen los incentivos para la mejora profesional, la formación y el ascenso laboral, porque la recompensa salarial por progresar se reduce. También se debilita la movilidad social, se presiona a sectores intensivos en mano de obra, se fomenta la economía informal y se dificulta la creación de empleo estable, especialmente entre jóvenes y trabajadores con menor cualificación". Así, insiste, "la política salarial pierde su anclaje en la productividad y la meritocracia propia de las dinámicas del mercado y, en cambio, pasa a funcionar en base a directrices políticas. En un contexto así, la subida del salario mínimo no actúa como palanca de mejora, sino como un techo empobrecedor que tiene efectos negativos para el grueso del mercado laboral".

El SMI supera el 60% del sueldo medio en 42 provincias

El 'think tank' asegura que el incremento del SMI ha sido "especialmente exigente para las empresas dedicadas a sectores más intensivos en mano de obra (hostelería, comercio, limpieza, servicios auxiliares...) que operan en zonas del país donde los niveles de renta son más bajos". Y detalla que acualmente el SMI se sitúa por encima del 60% del sueldo medio en 42 de las 50 provincias españolas. Y supera el 70% en 34 de ellas.

Tomando como referencia la subida del SMI en 2024, las provincias donde el salario mínimo representa un mayor porcentaje del salario medio son Ávila (78,7%), seguida de Zamora (77,3%), Badajoz (75,8%), Murcia (75,7%) y Alicante (74,2%); seguidas de Salamanca (73,7%), León (73,2%), La Rioja (72,8%), Jaén (72,6%) y Cantabria (72,6%), junto con Toledo (72,5%), Segovia (72,2%), Cádiz (71,7%) y Teruel (70,7%). 

A nivel autonómico, Extremadura sería el caso más destacado, ya que el salario mínimo supone el 72,8% del sueldo medio de la región. También se alcanzan umbrales muy elevados en Canarias (68,5%), Murcia (67,4%), Andalucía (66,5%) o Castilla y León (65,9%), mientras que las CCAA con los porcentajes más reducidos son Cataluña (56,7%), Navarra (56%), País Vasco (54%) y Madrid (52,3%).

Del freno del empleo a la dependencia de ayudas públicas

El estudio del instituto también recupera los informes del Banco de España y Cepyme, la patronal de las pequeñas y medianas empresas, que han alertado de que la subida del SMI ha sido un freno para la creación de empleo. El supervisor financiero, por ejemplo, calculó que en 2019 provocó un impacto negativo total en el mercado de trabajo equivalente a la destrucción de hasta 174.000 empleos, mientras que Cepyme ha cifrado el impacto negativo en 350.000 puestos de trabajo menos desde 2018.

Por otro lado, pone el foco en la dependencia pública de "millones de españoles que sufren las consecuencias de un mercado de trabajo disfuncional. Según sus datos, "hay alrededor de 7 millones de personas 'capturadas' en la tela de araña de los subsidios, las ayudas y las pagas del Estado. Mantener en pie semejante montaña de políticas asistenciales acarrea un coste de 28.5000 millones de euros anuales". Y, además, "redunda de forma directa en los incentivos que enfrentan millones de personas a la hora de decidir si optan por trabajar o prefieren quedarse en casa y vivir a costa del erario público".

Mejorar los salarios con otro modelo

La conclusión a la que llega el Instituto Juan de Mariana es que "España necesita mejorar sus salarios", pero no a golpe de decretazo, sino a través de "un modelo que premie la productividad, facilitando un contexto de actividad y rentas crecientes".

Y, para ello, considera necesario "adoptar reformas que estimulen la productividad y devuelvan capacidad salarial a los trabajadores por la vía de introducir más incentivos a la producción, el dinamismo y la competencia". 

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