Como en otros sectores, para el inmobiliario, la estacionalidad manda y es entre diciembre y enero cuando se publican conclusiones de lo que ha sido el año que cierra, así como referentes del sector exponen sus previsiones y temas clave a tener en cuenta para el año que comienza.
En la mayoría de los artículos que han caído en mis manos, la sostenibilidad se marca como un ‘topic’ clave, ganando posiciones al dejar de percibirse como ‘algo que vendrá’ o un concepto ligado de forma ambigua a la demanda del cliente difícil de tangibilizar. Y es que para el 90% de los encuestados en la redacción del informe Tendencias en el mercado inmobiliario en Europa 2024 (elaborado conjuntamente por PwC y el Urban Land Institute), la sostenibilidad será la tendencia que tenga un mayor impacto en la industria inmobiliaria, de aquí al 2050.
Hace años se comenzó a hablar de la importancia de la eficiencia energética en los edificios, posteriormente se incorporó en las conversaciones y ponencias de congresos, su descarbonización e incorporación de energías renovables, sin embargo, un edificio sostenible abarca más conceptos, y así lo ponen de manifiesto reconocidas promotoras que apuestan por certificaciones LEED, BREEAM o VERDE, por ejemplo, o incluso algunas, en los últimos meses están estableciendo colaboraciones con fabricantes para impulsar la reducción de huella de carbono en los procesos y potenciar el uso de productos con baja huella, avanzar en la economía circular, optimizar la gestión del agua, etc.
Pero no es suficiente que se ofrezcan productos o servicios alineados con la sostenibilidad, se pide a las empresas que incorporen criterios ESG en su propia gestión, y esto marcará la diferencia. Por ello, empresas, como indica el informe citado anteriormente, ya se preparan para aportar los requisitos de información que se les solicite, y por supuesto para cumplir con los avances en regulación que le apliquen.
Y no menos importante es la consistencia en la comunicación y cuidado de la reputación empresarial, percibiendo un mayor cuidado en no usar a la ligera y adorno términos vinculados con la sostenibilidad.
Para finalizar, quiero mencionar que la sensibilidad de los inversores a los criterios ESG es cada vez mayor, evaluándose la obsolescencia de la cartera inmobiliaria en relación a las exigencias de la UE para los edificios existentes y de nueva promoción.
Por ello, será clave alinear con la sostenibilidad la estrategia empresarial, los productos/servicios y la comunicación. Y esperando que no sea la cuadratura del círculo, en el centro de todo las personas, el equipo, que lo llevará a cabo.
Isabel Alonso de Armas es ingeniera de Caminos, Canales y Puertos desde hace más de 20 años, miembro del Consejo General del CICCP y directora de sostenibilidad y desarrollo de negocio en BMI Group, Sur de Europa. Por su trayectoria aportará una visión centrada en la actualización de nuestro parque edificatorio que exige la del propio sector de la construcción.
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