
El patrimonio cultural e histórico de nuestro país sigue reclamando la atención de instituciones y ciudadanía para evitar caer en el pozo del olvido. Aunque en España podemos encontrar muchos y muy valiosísimos ejemplos de bienes que han sobrevivido al paso del tiempo, hay muchos otros que necesitan de una intervención urgente para garantizar su continuidad. Es el caso del órgano barroco de la iglesia de San Martín Obispo de Busto de Bureba (Burgos).

Desde hace unas semanas, circula por redes una campaña lanzada por asociación Amigos del Órgano de Busto de Bureba que tiene como principal objetivo lograr la financiación necesario para salvar este instrumento a través de una restauración que implicará la reparación de piezas dañadas, la limpieza de componentes y su afinación, que “devolverá al órgano su esplendor original para que continúe deleitando a las generaciones futuras”.
Y la pregunta clave es: ¿cuánto dinero se necesita para poder acometer este proyecto? A ella nos responde vía telefónica Beatriz Saiz, presidenta de la Asociación Amigos del Órgano de Busto de Bureba, con una cantidad clara y precisa: 111.379,29€. Ese es el total, del que ya han recaudado una parte ,alrededor de 38.000€ gracias a donaciones privadas y a la colaboración de instituciones como la Diputación Provincial de Burgos, la Dirección General de Patrimonio de la Junta de CyL, el Arzobispado de Burgos, así como el Grupo de Acción Local “Adeco Bureba”.

Para complementar la cifra, la asociación ha lanzado una campaña de micromecenazgo a través de la plataforma Hispania Nostra (puedes verlo en este enlace), que finalizará el 1 de junio. Por esta vía, han alcanzado ya la nada desdeñable cifra de 6.425€. Y aunque no es poco, el objetivo es llegar a los 30.000€, para lo que cuentan con todavía dos semanas de campaña. Un objetivo que desde la asociación esperan cumplir.
Un instrumento especial
“No solo queremos restaurar el órgano, sino preservar un instrumento barroco único en la península ibérica, el órgano barroco ibérico, y ser un escaparate”, explica la presidenta. Efectivamente, este órgano tiene algunas características que lo hacen especial. Desde la asociación defienden que los órganos barrocos son las máquinas más complejas que se desarrollaron antes de la Revolución Industrial. Pero, además, engloba todas las artes, con valor escultórico y cuestiones tanto físicas como químicas. “No es mejor, ni peor que el resto de los instrumentos, es diferente”, señalan.

El órgano, fabricado entre finales del siglo XVI y principios del XVII, se realizó con una caja barroca de madera de pino-olmo con estuco que imita mármol y madera. Su cuerpo superior presenta una decoración dorada que parece haber sido adaptada en el siglo XVIII. Con dimensiones de 3,20 metros de altura, 2,70 metros de frente y 0,90 metros de profundidad más 0,80 metros de crestería, tiene cinco ventanas-castillos para tubos en la parte medio-central.
Sin embargo, la tubería del instrumento está la parte peor conservada, con apenas un 10% de los 729 tubos originales, 32 de ellos visibles todavía en la fachada y otros tantos en el interior, tirados por el suelo o recogidos en una caja. Los tubos son de madera y de metal, el de mayor tamaño es de 8 pies, quedando muy pocos de este estilo en la actualidad. La consola cuenta con un teclado de 45 teclas con octava corta y dos cajetines con 7 registros a cada lado, así como 8 pisas de madera en el suelo para las contras.
Pero no solo el instrumento es especial. También lo es la iglesia donde se ubica, conocida en épocas pasadas como la Catedral de La Bureba por su tamaño, sus dimensiones y por otearse desde cualquier punto de la comarca. Situado en lo alto del pueblo, de su campanario forma parte la a torre fortaleza de Diego de Haro. Con dos plantas, sus muros de esta torre tienen un grosor de 2 metros. Por el material empleado se presume de una gran antigüedad, probablemente perteneciente a una fortaleza árabe.
Una restauración en dos fases
Junto al órgano y a la asociación que lucha por su preservación, en esta historia hay un tercer protagonista. Nos referimos al maestro organero Federico Acitores y su taller Acitores Organería y Arte, reconocidos por su experiencia de más de 40 años en la fabricación y restauración de órganos de tubos, que estará a cargo del proyecto de reconstrucción y restauración del instrumento. Para hacerlo posible, el trabajo se dividirá en dos fases.
En la primera fase, se repondrán los 650 tubos faltantes y se restaurarán los 79 tubos conservados, manteniendo las características propias del órgano barroco original. También se restaurarán el teclado, las pisas y los tiradores de registro. El presupuesto estimado para esta fase es de 14.581,67 €.

La segunda fase implica el desmonte y traslado del órgano al taller de organería Acitores Organería y Arte, S. L., donde se realizará la limpieza, desinsectación, consolidación y restauración del mueble. Se pretende recuperar la policromía original y replantear la estructura exterior y los cerramientos del mueble. El presupuesto estimado para esta fase es de 17.232 €.
Para llevar a cabo el proyecto, se establece un objetivo mínimo de 20.000 € y un objetivo óptimo de 30.000 €. Como explican desde la asociación, con el objetivo mínimo se abordaría la reconstrucción de la tubería y la restauración del mueble, mientras que con el objetivo óptimo se podría también realizar el traslado y restauración del mueble. El excedente de fondos permitiría continuar con la restauración completa del órgano.
Si después de leer esta interesante historia sobre el afán de todo un pueblo para preservar parte de su historia y de su cultura, quieres colaborar, puedes escoger la fórmula que prefieras. La asociación ha lanzado diferentes posibilidades de donaciones, desde con la donación libre y sin recibir nada a cambio, hasta diferentes opciones, con conciertos de órgano, visitas guiadas y otras muchas, que puedes consultar en este enlace.
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