
El Parque de María Luisa, uno de los espacios verdes más emblemáticos de Sevilla, es un verdadero oasis urbano con una extensión de 34 hectáreas que ofrece una mezcla única de historia, cultura y naturaleza y alberga joyas como la Plaza de España.
Originalmente parte de los jardines privados del Palacio de San Telmo, este parque fue donado a la ciudad en 1893 por la Infanta María Luisa Fernanda de Borbón, convirtiéndose en un icono de la ciudad. Descubre todo lo que debes saber sobre el Parque María Luisa.
Historia y origen del Parque de María Luisa
La historia del Parque de María Luisa está intrínsecamente ligada a los cambios sociales y urbanísticos de Sevilla. Su origen se remonta a finales del siglo XIX cuando la Infanta María Luisa Fernanda de Borbón decidió donar parte de los jardines del Palacio de San Telmo a la ciudad.
Esta generosa donación se oficializó en 1893, pero no fue hasta 1911, con motivo de la próxima Exposición Iberoamericana de 1929, que el parque comenzó a transformarse en el espacio público que conocemos hoy. El arquitecto francés Jean-Claude Nicolas Forestier fue quien diseñó el parque, imponiendo un estilo que mezclaba el clasicismo francés con elementos típicos del jardín árabe y andaluz.
Bajo su dirección, se construyeron estructuras como la glorieta de Bécquer y la fuente de las Ranas, y se plantaron especies exóticas junto a flora autóctona, creando un paisaje único que evoca tanto la tradición local como la belleza universal.

Qué ver en el Parque de María Luisa
El Parque de María Luisa de Sevilla no es solo un espacio verde, sino un compendio de historia, arte y naturaleza. A continuación, se presentan algunos de los puntos más emblemáticos que no puedes perderte.
- Plaza de España: construida para la Exposición Iberoamericana de 1929, esta plaza es famosa por su arquitectura semicircular, su canal que se puede cruzar en barca y los bancos decorados con azulejos que representan cada provincia española.
- Glorieta de Bécquer: dedicada al poeta Gustavo Adolfo Bécquer, esta glorieta es uno de los rincones más románticos del parque, rodeada de frondosos árboles y con un monumento central que evoca el amor y el desamor.
- Monte Gurugú: este pequeño montículo ofrece una de las mejores vistas del parque. Desde su cima, puedes disfrutar de una panorámica del parque y sus alrededores.
- Estanque de los Lotos: este tranquilo estanque es famoso por sus flores de loto y nenúfares. Es un espacio de serenidad que invita a la pausa y la observación de la naturaleza.
- Museo Arqueológico y Museo de Artes y Costumbres Populares: ubicados dentro del parque, estos museos son esenciales para entender tanto la historia antigua de la región como las tradiciones culturales andaluzas.
Recuerda que los horarios del Parque de María Luisa son los siguientes: de 8 a 22 horas en invierno y hasta las 24 horas en verano, todos los días del año.
Cómo llegar al Parque de María Luisa
Llegar al Parque de María Luisa es sencillo gracias a su céntrica ubicación en Sevilla y las diversas opciones de transporte disponibles:
- Autobús: varias líneas de autobuses tienen paradas cerca del parque, incluyendo las líneas C1, C2, 1, 30, 31 y 34, lo que facilita el acceso desde cualquier punto de la ciudad.
- Tranvía: el tranvía de Sevilla cuenta con una parada en Puerta de Jerez, que está a solo unos minutos a pie del parque.
- Bicicleta: Sevilla dispone de un excelente servicio de bicicletas públicas con estaciones en todo el centro, incluyendo varias muy cercanas al Parque de María Luisa.
- A pie: dada su proximidad a muchos de los principales sitios turísticos de Sevilla, caminar hasta el parque es una opción placentera y recomendada para quienes se alojan en el centro.

Curiosidades del Parque de María Luisa
El Parque de María Luisa de Sevilla no solo es un lugar de esparcimiento y cultura, sino también un espacio lleno de curiosidades y secretos que sorprenden.
- ¿Por qué se llama Parque María Luisa?: aunque muchos conocen el parque por su belleza y su historia, pocos saben que su nombre se debe a la Infanta María Luisa Fernanda de Borbón, quien donó los terrenos para su creación al público en 1893.
- La Exposición Iberoamericana de 1929: este evento fue crucial para el desarrollo del parque. Para la exposición, se construyeron numerosas estructuras y se remodelaron áreas completas, lo que ayudó a darle la forma que conocemos hoy.
- Flora exótica y autóctona: el parque alberga una gran variedad de especies botánicas, algunas de las cuales fueron traídas específicamente por Forestier para enriquecer la diversidad del parque.
- Escenarios de cine: el Parque de María Luisa ha sido escenario de varias producciones cinematográficas gracias a su arquitectura y sus jardines bien cuidados.
- Rincones ocultos: más allá de sus áreas más transitadas, el parque cuenta con pequeños rincones y senderos menos conocidos que ofrecen paz y tranquilidad, lejos del bullicio de la ciudad.
Vivir en Sevilla
Vivir en Sevilla significa sumergirse en un ambiente vibrante donde la historia y la modernidad se entrelazan en cada esquina. La capital andaluza no solo es famosa por su clima cálido y su gastronomía, sino también por su rica cultura y la calidez de sus habitantes. Ofrece una calidad de vida muy alta, con una amplia oferta cultural y recreativa.
Además, la ciudad cuenta con excelentes conexiones de transporte, tanto a nivel local como internacional, lo que facilita los viajes y el acceso a otras áreas de interés. La presencia de numerosas universidades y centros de investigación convierte a la ciudad en un centro neurálgico para estudiantes y académicos de todo el mundo. Vivir en Sevilla permite disfrutar de la mezcla única de tradición y modernidad.

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