Balance huelga general: así recogen 12 portadas de los periódicos los efectos del 29-s

¿Insinúas que por hacer bien mi trabajo, perjudico a los demás?.
A tí te jodieron los jefes, pero a mí, que es más duro, esos mismos compañeros que vivían anquilosados en su poltrona de oficial 1ª Y casi llagaban a la categoría de funcionario.

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No, hacer bien tu trabajo es lo correcto. Y llevas razón, también hay compañeros (no amigos) que joden continuamente a los demás para así proteger su status en la empresa. También lo he sufrido tanto en la empresa privada como entre funcionarios (con peor ambiente aún) .Lo criticable no es si están anquilosados o no o si trabajan poco, que ellos sabrán por qué lo hacen y yo no tengo por qué criticarlos, sino el hecho de que, por las bravas, no te dejen a tí hacer tu trabajo a tu estilo, porque con eso creen que defienden mejor su puesto.

Pero, siendo más joven, también he llegado a acuerdos razonables con otros compañeros (amigos) para que el rendimiento fuera aceptable sin entrar al trapo y llegar a un ambiente de "competición" por el puesto, que es lo que les gusta tanto a los empresarios: el estajanovismo al modo capitalista (es decir, matarse por unas migajas). Recuerdo que en esas condiciones de trabajo llegué a discutir con mi jefe de sección poque literalmente me dijo que yo me "tocaba los cojones". Casualmente llegaron a mí los partes de productividad, y pude comprobar como mi rendimiento era incluso superior al de los demás, pero aquel tipejo sabía que yo podía producir el doble (y es verdad, pues yo trabajaba muy rápido, pero tenía que parar para no poner en evidencia a los dos turnos que me seguían), pero claro, nunca me propusieron ganar el doble si trabajaba el doble de rápido, ni me propusieron un ascenso si doblaba la productividad. El método válido parecía no ser la recompensa, sino la coacción. Yo era muy jovencito, pero por esa vía nunca he tragado ni tragaré, pase lo que pase. Y pasó. yo perdí la consideración que tenía a aquel "encargado" (al fin y al cabo, un currito igual que yo), las relaciones se deterioraron y me hizo la vida imposible. Me quedé en la calle. Era mi primer trabajo y entonces me dolió, pero hoy lo recuerdo con alivio porque lo que me deparó después mi vida profesional fué muchísimo mejor. Seguí manteniendo relaciones con aquellos compañeros y he visto como poco a poco languidecían y se iban amargando. Hace poco la empresa fue vendida y ahora está inmersa en un ERE. El que ha podido escapar a tiempo, hoy también se alegra, los demás las están pasando "canutas".

Poco a poco me he convencido de que el ambiente que se da en las empresas españolas es muy tóxico, muy falso, injusto y muy poco estimulante para el trabajador. Lamentablemente, las empresas desprecian a su capital humano. Desconocen a sus trabajadores, les da igual que están formados o no, que tengas potencial o no, los valoran como el que valora otro factor inerte más de la producción (un tornillo, o un trozo de chapa). Hay maquinaria que recibe más atenciones que los propios trabajadores, y si pudieran sustituir a todos los trabajadores por autómatas, no dudes que lo harían. La opinión o el criterio del trabajador para mejorar procedimientos es como un clamor en el desierto. Si tú pones esmero en tu trabajo, no te preocupes, que llega el jefe de turno, el compañero de al lado, el propio dueño de la empresa con su funesta gestión, el otro,... y te lo tiran a la papelera. Algunas empresas, con aparente buena voluntad, introducen "mesas redondas", "dinámicas de grupo", y no se que ostias más, pero mal entendidas y en manos de personas que no controlan su utilidad, y no pasan de ser "payasadas" o meros entretenimientos, y en algunos casos se convierten en "tácticas sectarias" que lo único que pretenden es comerte el coco por vía psicológica, pero al final es lo mismo : "tu haces lo que yo diga". Las técnicas de trabajo coordinado en equipo, apenas se dan.¿Por qué? Porque lo que suena a equipo,a unión, a coordinación, a buen rollo entre compañeros de trabajo, le da miedo al empresario, le suena a "sindicalismo y sublevación".

Y el trabajador, así, pocas veces se siente identificado con los objetivos de su empresa (dudo, ni siquiera, de que los conozcan). En estas condiciones es absurdo pensar en productividad o calidad en el trabajo. (Me hace mucha gracia, pues se viene hablando de lo mismo desde que yo era un niño, y desde entonces fíjate si ha mejorado la formación. Lo que no ha mejorado es la forma de gestionar las empresas, porque los formados no optan nunca a la dirección, y los pocos que lo han conseguido se han "viciado" en el camino).

Espero que como asalariado tengas más suerte que yo, y que se valore positivamente tu, sin duda, buena actitud ante el trabajo. Me consta que en algunas empresas "de nueva generación" se cuida mucho el ambiente, y funcionan y se trabaja muy bien, por lo que no es cuestión de perder el optimismo. Un saludo.