El edificio fue diseñado por el arquitecto Francisco Javier Sáez de Oiza en 1961 y cuenta con 23 plantas y 81 metros de altura
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En el emblemático edificio de Torres Blancas, diseñado por el reconocido arquitecto Francisco Javier Sáez de Oiza, vivió la famosa actriz Marisa Paredes, conocida por participar en grandes películas como ‘Tacones lejanos’, ‘La flor de mi secreto’ o ‘Todo sobre mi madre’.

En pleno centro de Madrid, al lado de la Avenida de América, se encuentra este edificio que no solo destaca por su llamativa fachada, también por disponer de un señorial estilo interior al que tuvo acceso idealista/news. En él, han rodado anuncios, películas y videoclips, famosos nombres como C. Tangana, Jim Jarmusch o Antonio Banderas.

Torres Blancas
Fachada de Torres Blancas idealista/news

Esta edificación se diseñó para concebir viviendas de lujos muy amplias, por lo que alguna de las propiedades supera los 200 metros cuadrados. Además, incluye una escalera de caracol que recorre los 23 pisos que componen los 81 metros de altura de la torre, elemento muy útil para la época del confinamiento, ya que los vecinos la utilizaron para hacer ejercicio durante los meses de pandemia.

Torres Blancas
Interior del edificio idealista/news

Estas viviendas destacan por su estilo señorial, por lo que disponen de escaleras aparte para el servicio que no conectan con la del resto de vecinos. También destaca el montaplatos, propio de una época pasada, el cual conectaba con el antiguo restaurante, aunque a día de hoy la mayoría de las viviendas lo usan como armario de cocina.

Torres Blancas
Interior de una vivienda idealista/news

Las viviendas, de las cuales muchas de ellas han incorporado las terrazas al salón, disponen de amplios salones-comedores en contraposición con las habitaciones, más pequeñas. Visto desde fuera, una casa con paredes curvas puede parecer difícil de amueblar, sin embargo, la realidad es que no todas lo son, por lo que no es tan complicado pensar en la decoración como pudiera parecer.

Torres Blancas
Interior de una vivienda idealista/news

Eso sí, taladrar para hacer un agujero puede ser tarea realmente complicada. Un vecino aseguró a idealista/news durante la visita a este inmueble que “para hacerlo en las paredes de hormigón tienes que traer una Hilti, que es una máquina profesional para hacer agujeros en rocas”. Para que se hagan una idea, si se tienen que reparar los rodapiés de madera de las partes curvas de las casas, se ha de acudir a un ebanista, no es suficiente con un carpintero.

La madera de las ventanas es reciclada de astilleros del Norte (y las que dan a fachada no se pueden cambiar, aunque no aíslen debidamente ni del frío ni del ruido de la arteria colindante al edificio). Los pavés de los baños son originales, así que, si uno se rompe, encontrar algo similar es toda una aventura.

Torres Blancas
Exterior del edificio idealista/news

Características del edificio

La familia Huarte encargó a Saénz de Oiza la construcción de este edificio en 1961, que en un principio iba a ser dos torres, pero finalmente se quedó en una. Además, la construcción fue un fracaso económico, tanto es así que el constructor pagó parte del trabajo del arquitecto con un dúplex, que al parecer a Sáenz de Oiza no le gustaba porque tenía mucho ruido del exterior. 

Arriba del todo, está la azotea, desde donde se pueden apreciar una de las vistas más espectaculares de toda la capital, pero las enrevesadas escaleras complican el acceso para los más mayores, lo cual ha atraído la crítica de algunos propietarios. En la zona más alta también se encuentra la piscina, la cual es muy fría, ya que nunca le da la luz solar.

Torres Blancas
Piscina a la que nunca le da el sol idealista/news

“El edificio Torres Blancas, que por cierto ni son torres ni son blancas porque es una y oscura, fue una obra excepcional tanto del arquitecto como del promotor. Creo que es una de las obras cumbre no solo de la arquitectura española sino mundial de la época, un edificio singularísimo, de una arquitectura insuperable”, comentó el arquitecto Carlos Lamela. Y añadió: “Es seguramente también un edificio experimental, no solo para la época. Experimental porque el arquitecto y el promotor quisieron probar unos conceptos de vivienda que entonces resultaban revolucionarios. Debería ser considerado un BIC como en su momento ha sido el Banco de Bilbao. Mi opinión es que deberíamos restaurarlo a costa de Patrimonio y no a costa de la comunidad de vecinos”.

Torres Blancas
Zonas comunes idealista/news

Este edificio es un lugar de lo más variopinto, ya que se mezclan distintas clases sociales, hay tanto viviendas como negocios (un sastre, un psicólogo, y varias productoras), e incluso, si quieren reunirse toda la comunidad tienen que reservar un espacio en la finca de al lado, ya que no cuenta con una zona adecuada par ello.

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