
Se la conoció como la Reina del Sol, pero el sistema de calefacción solar para el hogar no fue en absoluto su primer invento: de hecho, la prolífica Mária Telkes, artífice de la Sun Dover House, cuenta en su haber con numerosas creaciones. Con motivo del Día Internacional de la Mujer, hacemos un repaso de la prólija vida de esta científica que inventó la primera casa solar.
Lo primero que desarrolló esta doctora en Fisicoquímica por la Universidad de Budapest fue un dispositivo fotoeléctrico que registraba las ondas cerebrales. Este trabajo le valió ser nombrada en 1934 como una de las 11 mujeres más relevantes de los EEUU por The New York Times.
Tras este reconocimiento, Telkes empezó a trabajar en el Massachussetts Institute of Technology, MIT, en aquel momento localizado en Boston, como investigadora en el proyecto de Conversión de Energía Solar. Sus investigaciones iban orientadas a diseñar un sistema de calefacción para el hogar que dependiera de energía solar en lugar de combustibles fósiles. Pero la Segunda Guerra Mundial paralizó sus planes.
Esas investigaciones pararon por la contienda pero Telkes siguió trabajando y en concreto desarrolló un kit portátil e inflable de desalinización del agua, alimentado también por energía solar. El dispositivo, que convertía el agua de mar en potable, fue incluido en los botiquines médicos de emergencia del ejército estadounidense. Esa misma tecnología se utilizó después también para solventar las necesidades de agua potable de las Islas Vírgenes. El éxito fue tal que el Daily Boston Globe se hacía eco en 1948 del hallazgo con un texto donde el buen gusto brillaba por su ausencia: “Gracias a una rubia alta y de aspecto deslumbrante del Instituto Tecnológico de Massachussets que es lo suficientemente bonita como para ganarse la vida como modelo o corista si no fuera una física establecida, la gente de St. John en las Islas Vírgenes ya no tiene que depender de las tormentas para obtener agua potable”.
Primera casa solar del continente americano
Cuando Telkes volvió a su trabajo en el MIT siguió con el objetivo de conseguir un sistema de calefacción solar y así es como llegamos a la Dover Sun House. En realidad, la casa fue el resultado del trabajo y colaboración de tres mujeres: Telkes, que se ocupó del sistema de calefacción solar; la escultora y filántropa Amelia Peabody, que les cedió el terreno para construir la casa y la arquitecta Eleanor Raymond. Aunque el MIT contaba con otros proyectos que utilizaban el sol para calentar el agua de las tuberías, la Dover Sun House fue la primera casa en abastecerse únicamente de la energía solar, tanto en días soleados como nublados. ¿Cómo lo hizo Telkes? Utilizando sal de Glauber, sal sódica de ácido sulfúrico, que contiene agua y almacena calor.

Aparentemente, la casa parecía una casa normal: se trataba de un inmueble de dos dormitorios con 18 ventanas situadas en el lado sur. Lo curioso es que detrás de esas ventanas se ocultaban paneles de vidrio y metal que atrapaban el calor del sol. En las paredes había recipientes de almacenamiento aislados con 21 toneladas de sal de Glauber, un químico de almacenamiento de calor utilizado en los procesos de fotografía.
La eficiencia del sistema fue probada por una familia que se mudó a la casa, el doctor Anthony Nemethy, primo de Telkes, que se trasladó allí con su esposa y su hijo. El sistema funcionó a la perfección hasta el tercer invierno, algo que la propia científica ya había advertido en una conferencia en 1950: “El problema de la casa calentada por el sol no puede ser resuelto por una o dos casas experimentales, dijo, pero cada casa nueva es otro paso experimental hacia el uso del sol como recurso combustible”. En 1952, Telkes fue la primera mujer en recibir el premio de la Society of Women Engineers Achievement.
Telkes siguió investigando la energía solar a lo largo de toda su vida, inventando aparatos como el horno solar o un calentador de aire solar. También trabajó para desarrollar materiales capaces de soportar las temperaturas extremas del espacio. Además, en 1980 ayudó al departamento de Energía de EEUU en el desarrollo de la primera residencia eléctrica solar del mundo.
Al final de su vida, Mária Telkes había obtenido más de 20 patentes, la mayoría de ellas por invenciones relacionadas con la energía solar. Por algo la llamaron la Reina del Sol…
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