La rehabilitación del centro, ideada por los jóvenes Rocío García y Pedro Torres, nominada al premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea, también ha sido finalista de los FAD
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Colocar a Noviercas en el mapa no es fácil. Es un pueblo pequeño, de la provincia de Soria, oculto entre sembrados y cabezas de ganado; agitado por el viento del cierzo.  Hasta aquí llegó Gustavo Adolfo Béquer con su familia.

El poeta romántico sigue dejando huella en esta pequeña villa y la que fuera su casa se ha convertido ahora en hospedaje para turistas que quieran conocer un poco más al autor de Los Ojos Verdes.

Es una de las ideas del alcalde, Pedro Millán, para potenciar la economía del pueblo. Un regidor inquieto que también apostó por reformar el teleclub.  “Aquí teníamos un edificio que se llama teleclub. En los años 60 y 70 se construyeron estos edificios por toda España para ver la tele y se convertían así en los centros sociales de los vecinos. Donde estaba el bar y nos reuníamos. El nuestro se había deteriorado un poco y queríamos ensalzarlo”, asegura el alcalde. Lo que no esperaba es que ese espacio adquiriera relevancia internacional.

“Nuestro objetivo era disfrutar del edificio para nosotros y cuando ves que un proyecto así es premiado y reconocido internacionalmente... Nos deja más que sorprendidos. Desde luego estoy muy agradecido a los arquitectos y a todos los vecinos -no son más de 150- porque son ellos los que tienen que disfrutar del edificio”, afirma Pedro.

Crear un espacio transversal

Rocío García y Pedro Torres son un binomio. Cerebro y corazón de BIZNA estudio. Jóvenes y valientes. En 2017 apostaron por presentarse a un concurso con un presupuesto muy modesto para un pueblo de 150 habitantes. Al jurado enviaron un proyecto que llamaron “Colchones Térmicos”. La filosofía de BIZNA consiste en estudiar el contexto en el que van a actuar para adaptarse y actualizarlo sin olvidar dónde se encuentran. La idea original era potenciar la sostenibilidad y aprovechar la energía que rodea el edificio.

“El edificio se protegue del viento norte del cierzo para abrirse completamente al sur, hacia el sol. Estos colchones actúan como reguladores térmicos del edificio. Los generamos adosando a los espacios principales, cogiendo su piel y duplicándola con un nueva piel de policarbonato que permite que, en invierno, el aire de esas zonas se caliente con el sol y lo introduzcamos al sistema de climatización ya precalentado y luego, en verano, sombrea espacios interiores autorregulando la ventilación. Además que se puede abrir el espacio completamente fomentando la ventilación cruzada”, explica Pedro Torres.

Y sin duda, para el jurado la apuesta por una construcción ecológica adaptada a los materiales de la zona y asimilando sus estructuras fue un punto importante para la elección de esta propuesta, pero no determinante. La gran preocupación del alcalde y los vecinos era que el espacio social permitiese organizar eventos y hacer comidas. Noviercas no requería mucho más y la reforma del Teleclub planteada por BIZNA estudio lo permitía. El edificio se estiraba o contraía como un acordeón. “El jurado destacó que adaptábamos el edificio a una reunión de 250 personas que era uno de sus requisitos. Vimos lo importante que es para la gente que tienen una relación con el pueblo pero no vive allí participar en las actividades del pueblo cuando van en vacaciones o los fines de semana. Así que creamos espacios transversales que pueden permitir el uso en conjunto o por separado del edificio, incluso abrirse totalmente a la plaza”, explica Rocío.

Reconocimiento internacional

El proyecto gustó en Noviercas -no a todos los vecinos pero sí a la mayoría- y la función principal se cumplía de sobra, pero lo que no esperaban los noviercanos es que el nuevo teleclub colocara al pueblo en el mapa arquitectónico europeo.“El edificio ha sido finalista de los premios FAD 2020 en categoría de arquitectura. Estos son los premios más antiguos de españa y fue el trampolín de lanzamiento para que lo nominaran este año al premio de arquitectura contemporánea de la Unión Europea, los conocidos como Premios Mies van der Rohe”, explica Pedro Torres.  Estos premios se entregarán en 2022.

Una muesca de orgullo para BIZNA Estudio que a pesar del reconocimiento aseguran que lo mejor es que el edificio tenga vida. “Para nosotros lo mejor es saber que el espacio ya se está usando por los vecinos”, sentencia Pedro, uno de los fundadores del estudio.

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